Ciudad

Espectáculos públicos

A pesar de la danza de ideas, la noche sigue en veremos

Ediles opositores reclamaron al Ejecutivo que les envíe el anteproyecto de modificación de la ordenanza que ya tienen en sus manos sus pares del oficialismo. Y advirtieron que difícilmente el tema se trate antes de fin de año.


Concejales de la oposición reclamaron al Ejecutivo que envíe en un futuro próximo el proyecto de reforma de la ordenanza 7.218, de espectáculos públicos, que según funcionarios del Ejecutivo ya fue entregado la semana pasada a los miembros del Palacio Vasallo que integran el oficialismo. En ese marco, desde el bloque del PRO reclamaron el envío del borrador, advirtiendo que, de no avanzar más rápido, será imposible que la nueva ordenanza sea votada antes de fin de año, como habían coincidido los secretarios Fernando Asegurado (Gobierno) y Pablo Seghezzo (Control y Convivencia Ciudadana) una semana y media atrás, cuando acudieron al Concejo para responder sobre habilitación y fiscalización de locales de diversión nocturna.

El concejal macrista Roy López Molina acusó que “la desidia del Ejecutivo” para elaborar un nuevo proyecto “hace que se pierda todo el trabajo realizado el año pasado”, en lo que respecta a las reuniones con titulares de locales bailables, vecinos y funcionarios públicos.

“Se dijo que había uno, pero hasta ahora ningún concejal conoce cuál es ese proyecto. Lo único que tenemos es uno conjunto de (Jorge) Boasso, (Osvaldo) Miatello, (Diego) Giuliano y el PRO para reformar de manera integral la ordenanza. Desde la oposición, reuniéndonos con todas las partes y trabajando pudimos dar a luz a un proyecto, con el que se puede estar en contra, pero el Ejecutivo, con todos los directores, secretarios y reparticiones a disposición todavía no ha podido hacerlo”, disparó.

De acuerdo al secretario Seghezzo, el boceto de ordenanza fue entregado a los concejales del Frente Progresista el pasado martes 6, oportunidad en la que fue citado junto a su par de Gobierno, Fernando Asegurado, para brindar explicaciones sobre los controles nocturnos tras la muerte de Gerardo “Pichón” Escobar, que motivó la detención de dos uniformados de la Policía provincial y tres patovicas del after La Tienda.

En aquella oportunidad, el funcionario destacó “la importancia de sacar, antes de fin de año, una nueva normativa” para la noche aprobada por unanimidad. “Ahora los concejales harán las modificaciones que crean necesarias. En el borrador que enviamos tomamos los antecedentes que ya había en el Concejo con algunas modificaciones en base a nuestra visión de lo que queremos de la noche”, explicó.

En referencia a ello, el edil kirchnerista Roberto Sukerman analizó que “lo único que hicieron (los funcionarios) fue blindar el pasado y no reconocer ningún error”. En ese sentido, explicó que “para ellos, que se hagan 130 controles en un lugar y no se detecte nada es algo bueno”, pero reconoció que desde su bloque poseen una lectura completamente distinta. “Es una vergüenza. Todo el mundo sabía lo que pasaba ahí”, sentenció.

Para peor, la situación de “la noche” rosarina que ya había sido puesta en cuestión con el asesinato del joven empleado municipal,  volvió a ensombrecerse con la reciente muerte de Adrián Rodríguez, el músico que falleció por electrocución en medio de un recital en el Café de la Flor, local nocturno de Mendoza al 800 que quedó también clausurado como La Tienda.

En construcción

El subsecretario de Gobierno municipal, Claudio Díaz, contó a este diario que el anteproyecto elaborado por la Intendencia, con el aporte de diversas áreas –e incluso de algunos ediles, según trascendió– ya está en manos de los radicales Martín Rosúa y Daniela León, los concejales del oficialismo que integran la comisión de Gobierno, quienes introducirían algunas modificaciones. De este modo, la intención es que el proyecto final sea presentado por los propios ediles en lugar del Ejecutivo.

Entre los puntos analizados está la cantidad de asistentes a los locales, horarios de cierre, condiciones de insonorización, seguridad interna y externa (para asegurar la tranquilidad de los vecinos) y la idea de “terminar con la división de la actividad comercial en base a los lugares en los que se puede bailar o no”.

Otro eje de discusión fue el tema de los menores de edad, sobre todo de 16 o 17 años, quienes en reiteradas oportunidades asisten a los establecimientos con documentos de identidad de hermanos mayores, familiares o amigos. Asimismo, se fortalecerán controles sobre el titular para evitar la figura de testaferros y se establecerá más rigurosidad en lo que refiere a las sanciones.

Puntos en discordia

Respecto a la actual normativa, Sukerman estimó que “hablar de muchos rubros genera una rigidez en cuanto a cuáles son los distintos tipos de actividades que se pueden desarrollar, que lleva a la tergiversación de esos rubros”. Además, insistió en la necesidad de fortalecer los controles a los establecimientos, tras lo cual hizo referencia al fallecimiento de Adrián Rodríguez, el pasado domingo, según los primeros indicios, por contar con su disyuntor fuera de servicio o “puenteado”. “No es que la ordenanza sea defectuosa, sino que no hay un control fuerte de la Municipalidad”, agregó.

En referencia a ese hecho, Seghezzo reconoció que si bien se comprobó que hubo negligencia por parte del titular de Café de la Flor, para lo cual “no existe un protocolo que pueda evitarlo”, no descartó introducir alguna modificación en el proyecto una vez que haya concluido el proceso de investigación judicial.

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