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A los tiros en una gomería

Por Ana Laura Piccolo.- Una supuesta discusión entre personas que llegaron en una camioneta buscando al dueño de un lavadero y uno de los propietarios de un comercio lindero terminó con un herido grave y tres detenidos.

El predio de una gomería de zona oeste fue escenario de un demencial ataque a tiros anteayer por la tarde, cuando tres hombres armados descendieron de una camioneta, preguntaron por el dueño y tras una breve discusión le dispararon varias veces delante de su familia, entre ellos varios niños pequeños. Tres plomos hirieron a René S., de 35 años, quien se encuentra fuera de peligro tras una intervención quirúrgica, mientras que el trío agresor fue apresado momentos después de la balacera cuando emprendía la fuga. Estaban armados y uno de ellos vestía chaleco antibalas, dijeron fuentes policiales, que estiman se trató de un ajuste de cuentas.

El hecho ocurrió cerca de las 17.30 de anteayer en un predio ubicado en avenida Provincias Unidas y cortada 6 de Diciembre, ubicada entre las calles Cerrito y Riobamba. Allí, tres hermanos junto a sus mujeres e hijos tomaban mate bajo la sombra de un árbol cuando detuvo la marcha una Ford Eco Sport color rojo, de la cual descendieron dos personas, mientras otra se quedó en el interior, y a los gritos preguntaron por el dueño del lavadero de autos lindero con la gomería, refirieron fuentes del caso.

René salió con su hijo de tres años en brazos y les dijo que el encargado del lavadero no se encontraba, según relató a El Ciudadano Victorio, su hermano, de 32 años. “Ellos preguntaban por Germán P., pero mi hermano les decía que no estaba y que vuelvan más tarde”, dijo el hombre.

Victorio, que estaba del otro lado del alambrado que divide la gomería del lavadero, sostuvo que luego escuchó los gritos de su hermano René que le pedía que fuera a buscar a su hijo, porque se lo habían sacado de los brazos a punta de pistola. “Fui a buscar al nene que lo tenía el hombre peladito y me lo llevé alzado hasta la gomería. Después escuché los disparos”, contó.

Una lluvia de balas resonó en plena tarde y su hermano René quedó tendido en la vereda de tierra, con tres heridas de plomo: una en el abdomen, otra en el hombro y la restante en el brazo. Unos minutos después, un vecino trasladó al herido al Hospital de Emergencias, donde fue sometido a dos cirugías y hasta ayer su estado de salud no revestía riesgo de vida.

En tanto, personal del Comando Radioeléctrico atrapó a los atacantes cuando escapaban en la camioneta.

Fuentes judiciales indicaron que además de las tres detenciones, los policías secuestraron una pistola calibre 11.25, un chaleco antibalas y el vehículo, mientras que en el lugar del hecho se recolectaron vainas servidas9 milímetros, por lo que los pesquisas no descartan que la balacera haya sido repelida desde el interior del predio.

En tanto, según el relato de René, dos de los visitantes –identificados porla Policíacomo Cristian Z. y Abel Z., de 24 y 27 años, respectivamente– eran los socios de Germán P. en el lavadero de autos que funcionaba en un predio que él mismo les cedía. “Pero hace unos 15 días rompieron la sociedad y parece que Germán les vendió todas las herramientas, por eso vinieron a cobrarse”, dijo René.

En tanto, el tercer detenido fue identificado como Daniel Oscar D., de 52 años, oriundo de Bernal Oeste, provincia de Buenos Aires. El hombre vestía un chaleco antibalas, es el titular del vehículo secuestrado y portaba un arma blanca de25 centímetrosde hoja, confió un portavoz dela UR II.

Amenazas en el oeste

“Dejé la delincuencia por mi familia, hace nueve años”, confesó Victorio con lágrimas en los ojos, dando a entender que tiene un pasado ligado con hechos delictivos. “Mis cuatro hijos me cambiaron la vida, nosotros nos criamos sin madre ni padre, y no quiero eso para mis chicos, por eso ahora me tengo que mudar ya que esta gente nos amenazó y mi familia tiene mucho miedo”, agregó el hombre, tras recordar: “Mi hermano estaba herido en el piso y el peladito (en referencia a uno de los atacantes) le pateó la cabeza y gritó: «Váyanse a la mierda de acá porque nosotros no somos ningunos giles, los vamos a matar a todos»”.

El hecho es investigado por personal de la seccional 14ª, la Brigada de Homicidios y el Juzgado de Instrucción de la 3ª Nominación, a cargo de Luis María Caterina.

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