Un acto de vandalismo hizo peligrar la imagen de la Virgen de La Rocca que se encuentra dentro de una pequeña gruta al frente de la parroquia ubicada en Camilo Aldao e Ituzaingó, zona oeste, cuando un grupo de desconocidos destrozó el vidrio blindado que la cubre para llevarse la figura. Con todo, la imagen religiosa fue rescatada a tiempo por el cura, quien tras escuchar ruidos y comprobar el riesgo que corría, la sacó del lugar donde siempre estuvo y la guardó en el templo. Este incidente, que puede parecer aislado, es sin embargo uno más en una cadena de hechos delictivos que tiene a maltraer a esa zona del barrio Urquiza. Incluso, por la inseguridad, el cura debió cancelar la misa de los domingos a la noche.
“Fue un milagro que hizo ella misma para protegerse. El jueves a la noche escuché ruidos afuera, pero acá uno no sale porque hay muchos tiroteos y es una zona peligrosa, así que esperé a la mañana del día siguiente y la saqué de la gruta para guardarla adentro y preservarla”, describió el padre Alcides, quien vino de Perú hace unos años para cumplir con su misión pastoral en Nuestra Señora de La Rocca.
Según relató el sacerdote, no es la primera vez que alguien prueba llevarse la figura de la Virgen que se alza al frente de la parroquia; el fallido intento de robo ya ocurrió en otras oportunidades y estaría relacionado con hechos de vandalismo que son frecuentes en la zona.
“El vidrio que la cubre ya tiene dos impactos de bala, ahora entraron con una piedra y rompieron parte del vidrio a pesar de estar blindado. No se trata de gente de otra religión, sino que querían romper la imagen por vandalismo. No es la primera vez que pasa, hacen una especie de ritual en el que le cortan la cabeza a la virgen o la rompen enfrente de la Iglesia; asumo que son chicos de entre 15 o 16 años los que hacen estas cosas”, señaló el sacerdote.
El incidente se suma a los frecuentes hechos de violencia que tanto la parroquia como la escuela que funciona al lado, y depende de ésta, deben sufrir cotidianamente.
A diferencia de la mayoría de los templos católicos cuyas puertas suelen permanecer abiertas para albergar a los fieles, el edificio de Nuestra Señora de La Rocca se encuentra cercado por rejas con candado. “Suspendimos la misa de domingo a la noche porque era imposible: entraban y le robaban hasta al sacerdote; el año pasado, entraron en plena misa, anteriormente habían asaltado al sacerdote en la entrada con el coche, le pegaron con una pistola y lo dejaron atado arriba. Los asaltos son todos los días, nos rompen siempre los vidrios de la escuela. Es complicada la vida acá, hicimos denuncias pero sigue todo igual”, advirtió el padre Alcides.
La Rocca, imagen original
La imagen de la Virgen salvada de las manos de los vándalos es una réplica traída de Italia de la original hecha en mármol que fue donada a la parroquia por inmigrantes italianos, oriundos de Sicilia, hace 50 años cuando se fundó la parroquia. Integrada por descendientes de aquel país europeo, la congregación de Rosario conforma la segunda iglesia de La Rocca, después de la original en Sicilia.
“La imagen de la Virgen de La Rocca apareció en Alessandria a una niña ciega que recuperó su visión. Cuando ocurre el milagro, la Virgen le dijo que entre las rocas iba a encontrar una imagen y allí la encontraron hecha de mármol. Cuando los inmigrantes vinieron a Argentina trajeron la réplica y se formó la cofradía. Apenas llegó a Rosario, estuvo en la parroquia Santa Rosa de Lima por más de 30 años, y cuando se fundó esta iglesia, hace 50 años, nos la regalaron para que fuera la patrona”, explicó el sacerdote.
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