Milton César se siente engarronado. Desde julio de 2019, el joven de 30 años se encuentra detenido y a la espera del juicio por el asesinato de su vecino Ángel Roberto Carrizo, cometido en barrio Tablada a fines de junio de ese año. Desde un pabellón evangélico del penal de Piñero hizo llegar su queja por su situación penal: asegura no ser el autor del homicidio y denuncia la fabricación de testimonios reservados para inculparlo.
César siempre cargó con más menciones en las crónicas policiales que en los expedientes judiciales, ya que desde muy pibe se le achacan delitos violentos por los que nunca fue encausado o sentenciado. Sí posee una condena por amenazas y portación de arma, que ya cumplió en su totalidad. Ahora pesa sobre él un pedido de pena de 21 años, petición del fiscal Adrián Spelta, pero asegura que la Justicia tiene presa a la persona equivocada. Ya lo había planteado cuando fue imputado hace dos años, a tres meses de haber recuperado la libertad: “No voy a hacer tan loco de salir y matar a alguien; cada cosa que pasa en Tablada van a decir sí, fue Milton” y recordó: “Con el Pájaro (Cantero) pasó lo mismo, me mataron a toda mi familia”.
El crimen de Carrizo fue despiadado. Eran poco más de las 17 del 27 de junio de 2019 cuando Carrizo caminaba junto a su mujer y su hijo por 24 de Septiembre y al llegar a la esquina con Esmeralda, un hombre, el cual llevaba un gorro y una campera negra, descendió de una Ecosport negra, sacó un arma y le disparó.
Según uno de los testimonios, el atacante disparó unas cinco veces sin dar el blanco mientras la víctima caminaba hacia atrás, sin darle la espalda. Entonces volvió a tirar unas cuatro o cinco veces más mientras la pareja de Carrizo corrió con su hijo hasta su casa que quedaba a unos metros del lugar. Carrizo cayó malherido y el atacante se retiró del lugar en el mismo vehículo conducido por una segunda persona que esperó la finalización del ataque.
Milton César, que fue detenido cinco días después, sostiene ser víctima de un complot para responsabilizarlo por ese homicidio. Y denuncia la manipulación de testigos de identidad reservada para mantenerlo preso. La evidencia que lo señala como autor es escasa, sin embargo después de una audiencia preliminar a juicio realizada en junio de 2020 continúa en prisión preventiva. El juicio está previsto para 2022.
César asegura que una testigo reservada se acercó a él durante una visita y le negó haber declarado lo que consta en el legajo. “Es increíble pero pasó así”, sostiene. “El fiscal debe decir «este es un burro», debe pensar que soy un drogadicto. Me estoy comiendo un re garrón hace dos años y pico”, se queja.
Milton había salido de la cárcel en abril de 2019 tras cumplir una condena a 4 años y medio de prisión por amenazas calificadas y portación ilegal de arma de guerra (la única condena en su contra), en un hecho que había ocurrido en abril de 2014 en barrio Tablada. Sólo estuvo en libertad tres meses, y desde entonces está a la sombra.
“Lo que hay es mi contra es una declaración de testigo encubierto que está inventada del día cero. Declara que yo tenía pelo negro, cuando yo tenía el pelo blanco. Y el mismo día que mataron a Carrizo yo estaba en Tribunales. Me describe con ropas que no tenía. Y dio una patente que no existe”.
Milton perdió a gran parte de su familia el 28 de mayo de 2013 en Acevedo y Francia cuando gente de la banda Los Monos atacó a tiros una camioneta en la que iban su madre, Norma, su hermano Nahuel y Marcelo Alomar, el conductor. La razón del ataque fue una venganza por el crimen de Claudio “Pájaro” Cantero, cometido dos días antes, según se ventiló en audiencias judiciales. Milton había sido señalado como uno de los que dispararon contra Pájaro, aunque con el tiempo se verificó que se trató de un error y que probablemente se habían confundido de Milton.
En enero de 2018 en Crespo y Cagancha acribillaron a balazos a su medio hermano, Facundo. Y en los últimos meses sufrió la pérdida de su padre de crianza, que había sido herido en el ataque de Francia y Acevedo.
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