Dos hombres y una mujer serán juzgados a partir de mañana por el homicidio de Roxana Núñez, una joven que desapareció en marzo de 2009 de la puerta de la casa de sus padres, en la localidad bonaerense de Tristán Suárez y cuyo cuerpo nunca fue hallado, informaron fuentes judiciales.
Adriana Núñez, la hermana de la víctima, aseguró a Télam que sus familiares esperan que durante el debate “alguno de los acusados acepte declarar y diga qué hicieron con el cuerpo (de Roxana), ya que esto representaría un gran alivio”. “Queremos saber que pasó con ella”, dicen.
Fuentes judiciales confirmaron que el debate por el caso Núñez comenzará mañana a las 8, en el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de Lomas de Zamora y está previsto que se desarrollen al menos dos audiencias más, el jueves y viernes de esta semana, para luego tener un veredicto.
El tribunal estará integrado por los jueces Rodolfo Lanza, Guillermo Alejandro Rolón y Fernando Bueno, mientras que el fiscal del juicio será José Luis Michelini.
En el banquillo de los acusados estarán sentados Juan Carlos Zárate, de 34 años, Néstor Javier Leguiza, de 39, y Alejandra Danza, de 28, quienes llegaron a juicio acusados del delito de “homicidio doblemente calificado por premeditación y alevosía”, indicaron fuentes del caso.
En tanto, Adriana Núñez dijo que su familia será representada por el estudio jurídico del abogado Miguel Ángel Pierri.
Roxana Núñez, de 28 años, fue vista por última vez a las 5 de la madrugada del 1º de marzo de 2009, en la puerta de la casa de sus padres, en Natta y Güemes, de Tristán Suárez, partido bonaerense de Ezeiza, donde se realizaba una fiesta de cumpleaños.
Por esos días, Roxana se encontraba de visita en la casa de sus padres y un hermano ya que, junto a su otra hermana, vivía desde hacía unos años en la ciudad española de Málaga, donde se ganaba la vida como artesana.
El 4 de marzo, la madre de Roxana denunció antela Policíala desaparición de su hija, por lo que se inició una causa por “averiguación de paradero” que quedó a cargo del fiscal Carlos Hassan, dela Unidad Funcionalde Instrucción (UFI) descentralizada 2 de Ezeiza.
Los pesquisas constataron que en la casa de los padres de la mujer buscada habían quedado sus documentos, su pasaporte y todas sus cosas, por lo que desde un principio sospecharon que se trataba de una desaparición forzada.
Los familiares confirmaron que días después de ser vista por última vez Roxana no tomó contacto con familiares ni amigos de aquí o de Málaga, donde había vivido los últimos cuatro años.
Desde un primer momento, el fiscal Hassan dispuso diligencias sobre todas las hipótesis posibles, entre las que no se descartaba que fuera víctima de un crimen cometido por algún familiar cercano.
En este marco se realizaron excavaciones en la casa de sus padres y en terrenos cercanos, y se allanaron distintos domicilios.
También se especuló que podría ser víctima de una red de trata de personas, por lo que se dispusieron operativos en las provincias de Buenos Aires, Entre Ríos y Santa Fe, sin develar resultados de ningún tipo.
En marzo de 2010 se efectuaron los últimos rastrillajes con perros entrenados para “búsqueda cadavérica” en descampados de Tristán Suárez, aunque todos arrojaron resultados negativos.
Finalmente, a partir de nuevos elementos de prueba obtenidos durante las investigaciones se cambió la carátula de “averiguación de paradero” por la de “homicidio” y el 3 de agosto de 2010 se logró la detención de Zárate, Leguiza y Lanza.
Leguiza y Lanza nunca declararon, pero Zárate los acusó en su indagatoria ante el fiscal Carlos Hassan de haber matado a Roxana, pero dijo que nunca supo qué hicieron con el cadáver.
Zárate admitió que mantenía una relación sentimental con la víctima y que ese 1º de marzo de 2009 estaba reunido en su casa con Leguiza y Danze y que cerca de las 5 de la mañana llegó Roxana.
De acuerdo a lo expuesto por el detenido, durante el encuentro en su vivienda surgieron diferencias entre Roxana y la pareja de visita, la que la atacó a golpes y la mató, indicaron fuentes del caso.
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