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A juicio por balear barrabrava

Por: Negui Delbianco. La Cámara Penal cambió la imputación contra el joven al que Matías Pera señaló como su atacante. El acusado, apodado Cachorra, de 23 años, fue imputado por lesiones graves agravadas por arma de fuego.

Jonathan C., un joven de 23 años conocido como Cachorra, continuará procesado como autor material de los cinco tiros que recibió el barrabrava rojinegro Matías Pera el 21 de noviembre pasado en inmediaciones de la plazoleta Rodolfo Walsh, de pasaje Isola y Maestros Santafesinos, en la zona sur. La resolución fue dictada por la Sala 3ª de la Cámara de Apelaciones, integrada por los jueces Elena Ramón, Otto Crippa García y Ernesto Pangia, luego que la defensa de Cachorra apelara la medida dispuesta por la jueza de Instrucción de la 1ª Nominación, Roxana Bernardelli. Además, el vocal a cargo del análisis de la presentación cambió la calificación otorgada por Bernardelli, quien había imputado a Cachorra de homicidio agravado por uso de arma de fuego en grado de tentativa, por la de lesiones graves agravadas por el uso de arma de fuego, con portación ilegal de arma de fuego.

Los abogados defensores del muchacho argumentaron en su apelación al dictamen de la jueza Bernardelli que la acusación está basada en las palabras de la víctima y la negativa de su cliente. A raíz de esto, los letrados solicitaron la búsqueda de nuevas pruebas e hicieron hincapié en “lo que se percibe fuera del expediente” lo que conlleva a que se realice una deducción errada.

Esta expresión descansa en las disputas en la interna de la barra brava del club del Parque donde existe una rivalidad entre facciones por el liderazgo de la hinchada de la que supo ser el máximo referente Roberto Pimpi Caminos, asesinado el 19 de marzo de 2010, y en el que fue mencionado Cachorra, quien luego recibió la falta de mérito. Por último, los abogados expusieron que su defendido presentó testigos que brindaron datos claros sobre la inocencia en el ataque que se le imputa.

En tanto, en el análisis que hace el vocal de la Sala 3ª de la Cámara Penal, Ernesto Pangia, deja plasmado en el escrito la visión del fiscal de Cámara, quien expresó que los elementos colectados al momento del procesamiento hacen posible la confirmación de la resolución. La fiscalía dejó de lado los testimonios que favorecen al acusado debido al preciso relato que hace la víctima con respecto a los hechos. “Son personas allegadas al justiciable y, a su vez, incurren en contradicciones con respecto a la declaración que hace el imputado. No alcanza la negativa del imputado, quien ofrece testimonios del presunto apoyo como coartada  pero resulta que esos testimonios evidencian contradicciones incompatibles con datos objetivos y que les quitan valía. Esto se hace evidente en el hecho ocurrió entre las 21.30 y 21.45 y los dos testigos de Cachorra dicen que escucharon las ambulancias y las versiones sobre la existencia de una persona herida a las 20.30 o poco después”, prosigue la confirmación del procesamiento.

Para ampliar esta determinación, se detalla que “la víctima mantuvo una firme sindicación sobre el imputado como autor de la agresión, los disparos y las lesiones. Afirmación que realiza durante todo el proceso y que mantiene en el careo sin dar lugar a error en la persona, que respalda en el acto de reconocimiento en rueda de personas”.  En ese sentido, el magistrado Otto Crippa García argumenta que con las exposiciones que realizaron Oscar Raúl G., quien fue el vecino que auxilió a Matías Pera en su casa, llamó a una ambulancia y alertó a la Policía de lo sucedido, y el amigo de la víctima que estaba al momento del ataque, no puede haber dudas sobre la materialidad del suceso. Sin importar cuánto ha presentado la defensa en el orden de la disputa y los enfrentamientos que se sucedieron en nuestra ciudad en el ámbito de vinculación de las llamadas barra bravas –en este caso las gestadas en el seno del Club Newell’s Old Boys–, datos reales en cuanto al contexto y del que han sido derivados atentados, lesiones, agresiones y hasta asesinatos vinculados al tráfico de drogas y estupefacientes: no puede concluirse en el caso, más que introducen como pauta conjetural, a la que sería ajeno el imputado; conmover al alto grado de probabilidad enunciado por la decisión en lo que hace  a la autoría de Jonathan C.”, indica el escrito.

En otro punto, el exponente promueve la investigación de los dichos de los testigos ofrecidos por la defensa, por la presunta comisión del delito de falso testimonio.

A finales del año pasado en una pelea mediática inédita por la conducción de la hinchada rojinegra, la cual también tuvo sus pasos por los Tribunales, Matías Pera enfrentado con el actual líder de la barrabrava leprosa, fue corrido a los tiros cuando se encontraba con su amigo en la plazoleta Rodolfo Walsh, ubicada en Isola y Maestros Santafesinos. Como consecuencia del ataque, cinco plomos impactaron en el cuerpo de Pera, que salvó su vida de milagro y acusó por la agresión a Jonathan C., alias Cachorra, en el marco de la rivalidad que poseía con el Panadero, según expresaron sus abogados en dicha oportunidad.

Una mañana de enero, los uniformados atraparon en las inmediaciones de bulevar Oroño y avenida Pellegrini a Cachorra, de 23 años.

 

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