Carina Ortiz
Un abogado, que supo ser juez de Faltas, fue condenado a una pena de 3 años de prisión condicional e inhabilitación para ejercer la profesión por el mismo tiempo tras estafar a clientes en un reclamo de daños y perjuicios. Los denunciantes dieron con el letrado a través de la comisaría que intervino en el choque donde murió el hermano de unos de ellos. Tras firmarle un poder se inició un juicio que llegó a su fin en 2012.
Pero “azarosamente” los allegados a la víctima se enteraron que la suma que debían cobrar era mayor a la que el abogado les entregó en concepto de indemnización. Y por eso hicieron una presentación que terminó en una investigación penal. El juez a cargo concluyó que el letrado se quedó con un porcentaje superior al que debía y sólo le dio un tercio de la suma reclamada a los familiares.
El 16 de abril de 2001 Ricardo Gallardo falleció tras agonizar varios días luego de un accidente de tránsito en Puccio y Rondeau. La víctima fue embestida por un auto mientras circulaba en bicicleta.
En la comisaría donde quedó radicada la denuncia le entregaron a la familia la tarjeta del abogado y ex juez de Faltas Sergio Bonetto. Se contactaron con el letrado y días después un escribano se presentó en la casa de la familia de la víctima para la firma de un poder e iniciar el reclamo judicial por daños y perjuicios: Del acuerdo también participó el abogado. Los familiares de la víctima debían ceder el 27 por ciento de lo que se cobrarían.
Ya en agosto de 2012 recibieron una citación del letrado, quien les informó que habían ganado el juicio sin brindar detalles del monto.
Una semana después les dijo que la aseguradora había ofrecido 270 mil pesos a pagar en dos cuotas. Y tras eso el letrado les aconsejó que lo mejor era no continuar la contienda judicial, que eso llevaría años de trámite.
En octubre de ese año el abogado los cito a un banco para que cobraran la indemnización. Finalmente, les entregó cuatro fajos con 82 mil pesos cada uno y les dijo que lo pactado, en cuanto a sus honorarios y gastos, ya estaba descontado.
Poco después los familiares se enteraron por una publicación periodística que el monto de la sentencia ascendía a 790 mil pesos más los intereses. Por lo que el monto indemnizatorio rondaría los 2 millones de pesos.
Se comunicaron con el letrado y, después de presentarse en la oficina de Bonetto, éste les explicó que las cifras publicadas estaban equivocadas. Pero la familia decidió consultar en el juzgado. Allí les confirmaron que los montos que se conocieron a través de la publicación eran correctos. Por lo que radicaron una denuncia penal en contra del abogado.
El Tribunal informó que la aseguradora, tras la sentencia, había comunicado la firma de un acuerdo por la suma de 790 mil pesos en concepto de indemnización, más 100 mil pesos para cada uno de los abogados.
El abogado fue indagado por el delito de estafa y procesado. Decisión que fue confirmada por la Cámara Penal en 2014.
El juicio se tramitó en el viejo sistema penal hasta que el sistema conclusional llegó a su fin. Y el caso pasó al Colegio de Jueces. Quedó en manos del juez Facundo Becerra, quien concluyó que si bien la contratación del servicio profesional fue pactada dentro de los parámetros usuales, se verificó que el abogado cobró mucho más de lo que le correspondería cobrar.
Grave denuncia contra un estudio de abogados por estafar clientes
En razón del convenio firmado, lo que le correspondía se limitaba al 27 por ciento de la suma. Y por el contrario “percibió casi las dos terceras partes de esa indemnización dejando solo un tercio para los clientes”.
El juez concluyó que “la información que el abogado le brindó a sus clientes fue mendaz” y agregó que las víctimas “no tenían razones para no confiar en su abogado y lo que hizo el letrado fue abusar de esa confianza”.
Becerra condenó a Sergio Luis Bonetto a la pena de 3 años de prisión de ejecución condicional e inhabilitación especial para ejercer la profesión por el mismo plazo.
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