Carlos “Coco” Fernando Gómez tenía 25 años cuando la noche del 21 de febrero de 2018 recibió un disparo fatal en pecho en Pago de los Arroyos al 6600. Coco, hijo de un reconocido militante del Frente para la Victoria, iba como acompañante en una moto con su hermano hasta la casa de su padre cuando otros dos hermanos se les acercaron y uno de ellos abrió fuego, según pudo reconstruir la investigación que terminó este semana cuando los dos hermanos detenidos y acusados de ser los autores del crimen de Coco firmaron un juicio abreviado por 10 años y 8 meses de prisión aceptado por la jueza Silvia Castelli, tras un acuerdo entre el fiscal Miguel Moreno y la defensora oficial María Laura Blacich.
La Fiscalía, luego de una serie de entrevistas y medidas, determinó que el móvil del crimen estuvo vinculado con la venta de una cámara de fotos en la que Coco no había terminado de cancelar la deuda. Eran las 21 de ese 21 de febrero cuando Coco se cruzó con Matías Centurión, el amigo que le había vendido la cámara, y discutieron.
En un momento, Matías dejó los entredichos y se metió en un quiosco donde estaba su hermano Ángel, quien le entregó una pistola calibre 22. Matías salió y cuando Coco y su hermano pasaron abrió fuego en la cuadra de Pago de los Arroyos y Blandenguez, explicó la acusación. Uno de los plomos impactó en el tórax de Coco y otro en el muslo izquierdo y lo tiró de la moto. Su hermano lo volvió a cargar pero volvió a desvanecerse. Los vecinos lo ayudaron y llevaron a Coco hasta el hospital Roque Sáenz Peña, luego fue derivado al hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca) donde falleció cerca de las 23.
En octubre de 2018 fue detenido Matías, de 28 años, quien estaba sospechado como autor material, y fue imputado por homicidio agravado por el uso de arma de fuego. Mientras que su hermano Ángel Eduardo Centurión fue apresado en abril pasado e imputado por el mismo delito pero por una participación primaria, es decir que su aporte al hecho fue necesario para la comisión del crimen.
Los hermanos quedaron detenidos preventivamente y esta semana aceptaron firmar un acuerdo abreviado al que arribaron el fiscal Moreno y su defensora oficial Blacich. Ambos aceptaron su responsabilidad en el crimen de Coco Gómez, quien se ganaba la vida como trabajador de una empresa de electrodomésticos y era hijo de El Negro, un reconocido militante peronista del espacio que conduce Agustín Rossi y Norma López, del Frente para la Victoria, contaron a este diarios allegados a la víctima tras el crimen.
El acuerdo fijó una condena de 10 años y 8 meses de prisión por el homicidio y el delito de portación para ambos. Acuerdo que fue admitido y homologado por la jueza Silvia Castelli que condenó a los hermanos Centurión.
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