El Ciudadano
Los dos imputados por el crimen de Emiliano Villalba ocurrido en mayo de 2018 en barrio San Cayetano lograron la libertad aunque siguen vinculados a la investigación penal. Se trata de una mujer conocida como Laucha, sindicada como la persona que facilitó el arma utilizada en el crimen y un muchacho de 20 años imputado como el autor material del asesinato. La hipótesis sostiene que una discusión por una deuda terminó con un tiro en la cara de la víctima que murió en el lugar, otro joven resultó herido en esa revuelta.
El feriado del 25 de mayo de 2018 Emiliano Villalba, de 32 años, fue ejecutado de un tiro en la cara frente al mural del adolescente Valentín Reales desaparecido el 15 de noviembre de 2016 cuyo cuerpo nunca apareció. Esa tarde, la víctima charlaba con Alejandro G. en la puerta de su casa -se había mudado hacía unos meses- en Uriarte (ex pasaje 1711) al 8000 y Monte Carballo, en el límite entre Rosario y Pérez. En eso, llegó un pibe del barrio y comenzó a reclamarle a Villalba una deuda. El recién llegado dejó de las exigencias de lado, sacó un arma y abrió fuego contra ambos, según contaron fuentes del caso.
Villalba recibió un tiro en la cara y murió en el lugar mientras que Alejandro G. fue herido en el abdomen y las costillas. Este último fue trasladado al hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca) donde logró recuperarse de las lesiones sufridas.
En agosto de ese año, Tomás A., de 20 años, fue detenido e imputado como autor material del crimen, unos 15 días después fue el turno de la Laucha, una mujer de 44 años identificada como Isabel Cristina C., para la Fiscalía fue la que facilitó el arma homicida. Su hijo, de entonces 15 años, fue ubicado en pasaje 1700 al 7900 donde se secuestró un arma calibre 32. El adolescente quedó a cargo de la Subsecretaría de Niñez, Familia y Adolescencia.
Este jueves se llevó adelante una audiencia preliminar donde las partes pidieron la cancelación de la prisión preventiva efectiva. Luego de contar alguna evidencia del caso, el fiscal del caso Miguel Moreno y el defensor particular Leonel Botta pidieron a la jueza Silvia Castelli, la libertad de Tomás A. con la obligación de presentarse semanalmente en el Centro de Justicia Penal y la libertad de Laucha previa constatación del domicilio donde permanecerá.
La jueza hizo lugar al pedido de las partes y fijó el cumplimiento de algunas restricciones como la prohibición de acercamiento o contacto con testigos del caso.
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