La novena reunión paritaria entre La Bancaria y las cámaras que agrupan a las entidades crediticias volvió a fracasar por el rechazo sindical al 15% de aumento salarial ofrecido por la patronal, con lo cual el gremio llamó a un paro nacional por 24 horas para el próximo viernes 6 de abril, y a una huelga de 48 horas sin fecha definida aún.
“Las consecuencias sobre nuestras economías familiares por la falta de un acuerdo salarial justo” y “la grave situación del Banco Provincia, sometido a maniobras de vaciamiento y despojo previsional a sus trabajadores”, son, según el titular del gremio, Sergio Palazzo, las causas de la medida de fuerza. La convocatoria, empero, se definió para el último día hábil de la semana que viene, dando así lugar a que las cámaras de banqueros ABA (extranjeros), Adeba (privados de capital nacional), Abappra (públicos, privados y cooperativos), ABE (banca especializada) y el Banco Central presenten una oferta superadora.
Lo que hasta ahora vienen ofreciendo está lejos de las pretensiones gremiales. La cifra del 15% va exactamente en línea con el tope pretendido con el gobierno nacional, pero –a diferencia de la mayoría de las negociaciones ya cerradas, en la que se aceptaron dos tramos, como Comercio, Obras Sanitarias, Luz y Fuerza, Pintores, Petroleros– a los bancarios se les concederían en tres: un 7% retroactivo a enero pasado, un 4% en julio y un 4% en octubre.
Si a La Bancaria no conformó la cifra, menos que menos lo que pretende hacer la patronal con el bono del Día del Bancario, que se paga los 6 de noviembre: mientras el año pasado tenía dos fracciones, un monto fijo y uno variable de acuerdo a la antigüedad de cada trabajador –en promedio alcanzó un piso de unos 20.000 pesos– para fines de 2018 los banco pretenden una cifra fija única de 13.000 pesos.
Y el tercer ítem que rechazó rotundamente La Bancaria es la eliminación de la cláusula gatillo, que obliga a renegociar la suba salarial si el acumulado de inflación es superior al porcentaje de aumento. El gremio bancario había sido pionero en introducir la variable que no sobrepasa pero al menos empata el poder adquisitivo del salario con el costo de vida, si éste se dispara.
Hoja de ruta
Con el paro ya convocado, La Bancaria espera ahora una nueva cita para continuar con la negociación, ya que técnicamente la última reunión pasó a cuarto intermedio para la semana que viene, aunque sin día ni hora precisados. Pero el gremio se llevó una sorpresa: con autorización del Ministerio de Trabajo de la Nación, las cámaras avanzaron unilateralmente en la aplicación del primer tramo del aumento que propusieron, por lo cual los salarios se están acreditando con un 7% de suba.
“La actitud patronal pasa por encima de la paritaria de prepo. ¿Para qué van a llamar a una negociación si rechazamos un ofrecimiento y lo imponen igual? No tiene sentido”, se quejó ante El Ciudadano la secretaria General de La Bancaria Rosario, María de los Ángeles Griffa. Y además cuestionó duramente el papel del Ministerio de Trabajo que encabeza Jorge Triaca, “actuando siempre a favor de las cámaras y en contra de los trabajadores”.
Empero, el gremio bancario, que integra la Corriente Federal de Trabajadores, el ala más combativa de la CGT, sigue manteniendo, aun pese al aumento unilateral, la cláusula gatillo, ay que por el “principio de ultraactividad” del convenio colectivo todo acuerdo firmado en paritarias se mantiene vigente en forma indefinida hasta rubricar otro. Y cuenta para ello con sentencias judiciales a favor.
En ese marco, los bancarios van camino a concretar la cuarta huelga en lo que va de 2018, en la paritaria más dura de los últimos tres lustros.
