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fein admitió que hay que revisar números

El nuevo sistema de transporte de pasajeros también llegará tarde a la parada

La intendenta volvió sobre la inequidad de los subsidios nacionales al gasoil para el servicio. Los porteños siguen privilegiados, mientras todos los costos aumentan. Así, dijo, es difícil proyectar un sistema sustentable


Ocurrió antes: junto con la licitación para renovar las licencias del transporte público de pasajeros de Rosario se anunció un nuevo sistema que supere las falencias del vigente y, luego, o bien se diluyeron los cambios o se retrasaron en su vigencia. Este martes, la intendenta Mónica Fein avisó que el esquema prometido para enero próximo –con el actor empresario histórico y algunos que se suman, más el Estado municipal– también se correrá hacia adelante. La jefa comunal remitió el alargamiento de los plazos a problemas de financiamiento del servicio y a los siempre conflictivos subsidios nacionales al gasoil que utilizan los micros urbanos.

“Posiblemente, el funcionamiento del nuevo servicio sea un poco más paulatino de lo que esperábamos. No podemos hacerlo en forma inmediata. En las próximas semanas iremos informando cuáles serán los cambios de acuerdo a los recursos que tenemos”, admitió la jefa del Palacio de los Leones durante una nota con LT8.

El tema es el financiamiento. Como en casi todo el mundo, el transporte público de pasajeros de Rosario es deficitario si se aplica una tarifa socialmente aceptable, lo que implica que debe sostenerse con subsidios o aportes externos. La otra alternativa es elevar el costo para el usuario, con lo cual deja de ser un servicio público. Fein desechó esa vía: “La ciudad no puede soportar un valor del boleto como lo hacen otras ciudades, de 17 pesos. Eso es un impacto imposible de sustentar”.

De nuevo, las críticas fueron para la Nación, que con la administración Cambiemos inició un camino de reducción de subsidios en todos los servicios que, sin embargo, no eliminó los privilegios históricos de la ciudad de Buenos Aires y su área metropolitana –Amba–  respecto de los aportes federales. La intendenta lamentó esto y justificó el atraso al descreer que “haya un cambio del paradigma de la distribución de los recursos de nivel nacional”. Fein insistió en el argumento: “Si se observan los cuadros tarifarios que tiene Capital o el Gran Buenos Aires y los que tiene todo el interior, se verá que eso se produce por una distribución inequitativa de los subsidios y por los aumentos en el resto de los componentes del cuadro tarifario, como el combustible”.

La gestión local del Frente Progresista había solicitado al Concejo un aumento del 15 por ciento en la tasa TGI para aportar al Fondo Compensador del sistema de transporte y así evitar otro enojoso incremento del boleto. Le concedieron solo la mitad, y en compensación sumaron 50 centavos al aumento automático habilitado en septiembre pero postergado por Fein hasta enero. El mes próximo, el pasaje costará 11,50 pesos, una suba que en principio iba a coincidir con la puesta en marcha del nuevo sistema con líneas troncales, barriales y zonales que se prometió superador del actual, sobre el que llueven cuestionamientos, en especial por las bajas frecuencias.

Pero los cambios tendrán que esperar. El esquema que viene es con el Estado Municipal a cargo –vía la Semtur– del llamado grupo 1 de líneas troncales, mientras que los otros dos los prestará la eterna prestadora Rosario Bus y el desembarco de los mendocinos de El Cacique SA.