Agentes de la Guardia Urbana Municipal secuestraron 200 kilos de alimentos en malas condiciones tras la inspección a un vehículo que descargaba mercadería en avenida Pellegrini al 1500. El transporte no tenía refrigeración ni habilitación para la tarea, y los efectivos constataron esa irregularidad desde el primer momento, cuando se iban aproximando al transporte en bicicleta.
La operación se encuadra en patrullajes en bicicleta que realiza la GUM en forma habitual. En esa instancia detectaron lo que a primera vista les pareció un transporte que no estaba en condiciones de transportar alimentos en los que no se puede interrumpir la cadena de frío que garantiza su adecuada conservación.
“Es importante el control sostenido sobre este tipo de acciones para proteger a la comunidad de aquellos que tomando decisiones irresponsables ponen en riesgo nuestra integridad. El cumplimiento de las normas no es optativo”, remarcó el secretario de Control y Convivencia Ciudadana, Gustavo Zignago.
Efectivamente, los productos estaban siendo transportados en condiciones irregulares, por lo cual se procedió a su decomiso. Pero además el vehículo inspeccionado no contaba con habilitación por parte del Instituto del Alimento para desarrollar la tarea que estaba haciendo, y además las condiciones de traslado eran precarias.
Entre los alimentos secuestrados había papas, pimientos y cebollas que estaban dispuestos en bolsas cerradas de 5 kilogramos cada una. El rótulo de las mismas advertía que debían ser transportadas en temperaturas de entre 0 y 6 grados, condición que no se respetaba.
Además, en los envases mismos no se especificaba la fecha de elaboración ni la de vencimiento, lo que constituye otra irregularidad que ya no involucra al transporte sino al elaborador.
En consecuencia, los alimentos fueron dispuestos para el relleno sanitario.
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