Ciudad

Sin garantía

Militante acusa abuso policial

Michelle Mendoza contó el terror que vivió la noche del viernes. Denunció que fue golpeada, robada y le plantaron un arma.


Michelle Mendoza, militante del Movimiento Evita quien denunció que el viernes resultó víctima de abuso policial por su condición de transexual, concurrirá hoy a las 11 a Tribunales para formalizar la demanda. Así lo indicó ayer tras reiterar que agentes del Comando Radioeléctrico le hicieron sentir el peso del uniforme, le robaron una importante suma de dinero y hasta le plantaron un arma, según asegura, además de propinarle golpes e insultos dirigidos a su condición sexual.

“Eran cerca de las 3, cuando un móvil que pasaba por Avellaneda y Uriburu nos hizo señas y nos pidieron la documentación. Mientras nos hacían la requisa, a uno de mis amigos le pegaron en los tobillos para que abriera las piernas. Cuando digo que eso no era correcto, una policía lo agarró de los pelos y le puso el revólver en la cabeza”, relató Mendoza.

La militante contó que una hora les bastó a los policías para atacarla por su condición de trans y propinarle una paliza, dejándole moretones y algunas heridas. “Luego de un forcejeo, me sacaron el teléfono. Uno de los policías me agarró de la cara y yo lo mordí. Mientras me esposaban, un agente dijo: «Cuidado que éstos (los trans) siempre tienen el bicho (en referencia al virus del VIH)». Lo más doloroso fue cuando se me paraban arriba de los tobillos”, soltó.

Previo paso por el hospital Clemente Álvarez, Mendoza fue conducida a la comisaría 18ª, donde asegura haber sido encerrada descalza y con poca ropa en una habitación diminuta con ratas y el suelo empapado de orina. “Ahí estuve desde las 4 hasta las 12. Cuando me devolvieron las cosas, la pantalla del teléfono estaba quebrada y sin la tarjeta de memoria. Además, me faltaban 1.500 pesos y la mitad de los papeles del auto. Pero cuando abrí la cartera vi que me habían puesto una pistola”, sostuvo.

“No fue una excepción. La cuestión de género fue un agravante pero no el eje. Era demostrar quién mandaba ahí. Todo el tiempo sentí que quisieron quebrarme moralmente”, cerró Michelle Mendoza.

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