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Piñera asumió entre temblores

El millonario fue investido como nuevo presidente de Chile en una ceremonia austera en la ciudad de Valparaíso, en momentos en que se produjeron tres nuevas réplicas del terremoto del 27 de febrero.

El millonario de derecha Sebastián Piñera se convirtió ayer en el nuevo presidente de Chile, luego de recibir los atributos de mando de parte de la mandataria saliente, Michelle Bachelet, en una ceremonia realizada en la ciudad de Valparaíso en momentos en que se produjeron tres nuevas réplicas del terremoto del pasado 27 de febrero. En su primer día de gobierno, Piñera declaró estado de catástrofe a la región O’Higgins.

Piñera, representante de una alianza de partidos de derecha, inauguró una nueva etapa política en el país para cerrar 20 años de gobiernos de la Concertación, y que tendrá como signo las tareas de reconstrucción de las zonas devastadas en sus primeros años de gestión.

La austera y breve ceremonia que se realizó en el Congreso Nacional fue sacudida por tres fuertes réplicas, la primera de ellas de mayor intensidad, de 6,9 grados Richter, según la medición del Servicio de Geología de Chile, cuando los mandatarios extranjeros ingresaban al recinto.

Al acto de traspaso asistieron los presidentes de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner; de Uruguay, José Mujica; de Paraguay, Fernando Lugo; de Perú, Alan García; de Bolivia, Evo Morales; de Ecuador, Rafael Correa, y de Colombia, Álvaro Uribe.

También participaron el príncipe de España, Felipe de Borbón; el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, y el presidente de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Juan Somavía, ambos de nacionalidad chilena, así como el senador y ex presidente Eduardo Frei, quien fuera el candidato de la Concertación en las últimas elecciones.

Tal como marca la tradición institucional, el mandatario electo recibió a sus ministros y posó con ellos para la foto en la residencia oficial de Cerro Castillo, y desde allí partió a las 11.35 hacia el Congreso para aguardar a la mandataria saliente.

La ahora ex presidenta Bachelet se reunió temprano por última vez con su gabinete en el Palacio de la Moneda y también se dirigió a una multitud que se acercó a saludarla (ver aparte).

Piñera recibió la banda presidencial de manos del presidente del Senado, el concertacionista Jorge Pizarro, y la pinocha (la estrella de metal) de O’Higgins por parte de la saliente Bachelet.

Tras la salida de la ex mandataria, Piñera tomó juramento a sus ministros, con lo cual cumplió con la ceremonia y se retiró nuevamente a Cerro Castillo para recibir a los presidentes latinoamericanos con un almuerzo de trabajo.

En un primer mensaje tras ser investido presidente, el millonario de 60 años expresó que el país tiene que ser capaz de secar sus lágrimas y poner manos a la obra en la reconstrucción, tanto en lo material como en lo espiritual, tras el terremoto del 27 de febrero, en las que fueron sus primeras palabras como mandatario.

“Es en estos momentos, y con la ayuda de Dios, que tenemos que demostrar nuestra fortaleza, temple, coraje, voluntad y decisión, sin olvidar a nuestros muertos y seres queridos que ya no están”, expresó Piñera a llegar a la residencia de Cerro Castillo, en la ciudad balnearia de Viña del Mar.

En ese sentido, Piñera confió en que los chilenos van a ser “capaces de hacer un país mejor del que teníamos antes, un país sin pobreza, un país desarrollado pero con un desarrollo integral no sólo en lo material sino en lo espiritual”.

Tras el almuerzo con los presidentes visitantes, Piñera se trasladó a la ciudad de Constitución, la que resultó de las más afectadas por el terremoto y maremoto de hace dos semanas, para encabezar la reunión del comité de emergencia que integran sus ministros del área social.

Como primera medida, Piñera declaró estado de catástrofe a la región O’Higgins.

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