La inversión privada se encuentra congelada desde el 2008 y su participación en el producto interno bruto (PBI) es cada vez menor desde entonces. Según datos recabados por el Ieral, instituto de investigaciones económicas de la Fundación Mediterránea, a partir de 2008 la tasa de inversión bruta privada habría retrocedido a niveles próximos al 18 por ciento del PBI (17,8 por ciento promedio entre 2009 y 2012), hasta situarse finalmente en 16,7 por ciento en 2012.
“Este fenómeno obedece a distintos factores explicativos: menor crecimiento, pérdida de competitividad y rentabilidad de las empresas, mayor incertidumbre y trabas al comercio exterior y al mercado cambiario”, interpretó el documento elaborado por los investigadores Marcelo Capello, Gustavo Diarte y Alejandra Marconi.
El documento del Ieral destacó que la inversión económica tiene un rol importante en el crecimiento económico. Y que la acumulación de capital en un país permite expandir la capacidad productiva y productividad de la economía, sumado a que mejoras en la tasa de inversión pueden impulsar también la demanda agregada en el corto plazo.
Por ese motivo, el instituto decidió analizar la evolución de la Inversión Brutal Total con relación al PBI. Y halló que se denota una tasa promedio de inversión próxima al 19,4 por ciento desde 1993, y distinguió cuatro etapas:
De 1993 a 1998: la tasa de inversión promedio fue del 19,1 por ciento, con un máximo en 1998 (19,9 por ciento).
Entre 1999 y 2002: la inversión promedio resultó del 15,1 por ciento, con un nivel mínimo en 2002 (12 por ciento).
De 2003 a 2008: promedio de 21,1 por ciento y máximo del 24,2 por ciento en 2007.
Entre 2009 y 2012: contracción en la tasa de inversión en 2009 –explicado mayormente por los efectos de la crisis internacional– y luego se mantuvo amesetada en torno del 21,5 por ciento promedio (con un máximo del 22,5 por ciento en 2011).
El Ieral comparó las inversiones pública y privada. La primera fue más importante en la última década, cuando ascendió a un promedio del 3 por ciento del PBI entre 2003 y 2012, con un máximo del 4 por ciento en 2011. Y amplió que a la inversión total se le resta la pública, la serie para la inversión privada muestra un máximo en torno del 18 por ciento del PBI en el 1998, sólo superado en 2007.
“Dadas las condiciones de la economía argentina en los últimos cuatro años, le cuesta crear tanto inversiones como empleo en el sector privado”, concluyó el Ieral. Y completó que desde 2003 la suba de la inversión pública, en términos del PBI, casi siempre resultó mayor al movimiento de la inversión privada, y que esta última desde 2008 sólo en 2010 subió claramente por arriba del PBI.
El documento relacionó esta contracción de la inversión privada con la creación de empleo en el sector. “Se encuentra claramente estancado desde el año 2008”, indicó. El Ieral estableció que para el cuarto trimestre de 2012, el empleo privado prácticamente se encuentra al mismo nivel del cuarto trimestre de 2011 (+0,2 por ciento), mientras que el empleo público creció a razón del 5,3 por ciento interanual.
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