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Juicio por crimen de prestamista

La víctima era un hombre de 36 años, conocido por el apodo de Zepelin, quien fue asesinado en octubre de 2004. El acusado es un verdulero que, de acuerdo con la causa, le disparó cuatro veces tras una discusión por una deuda.


Un verdulero de 48 años comenzará a ser enjuiciado mañana acusado de asesinar, en octubre de 2004, a un prestamista en la localidad bonaerense de Pergamino. De acuerdo con la causa, el móvil del crimen fue una deuda que la familia del sospechoso mantenía con la víctima.

Según fuentes judiciales, el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de Pergamino comenzará a enjuiciar mañana a Juan Eduardo Chamas, de 48 años, acusado del delito de “homicidio simple”, el cual prevé la pena de entre 8 y 25 años de prisión.

El hecho que se le achaca ocurrió el 25 de octubre de 2004, y tuvo como víctima a Sergio Fernando Aitta, de 36 años, conocido por el apodo de Zepelin, un conocido prestamista de esa localidad del norte bonaerense.

Sin embargo, el abogado defensor del imputado, Aquilino Giacomelli, dijo a Télam que durante el debate oral se acreditará que, en realidad, se trató de un “homicidio en legítima defensa” o, subsidiaramente, hubo un “exceso”.

El fiscal del juicio, Pablo Santamarina, intentará probar durante el desarrollo del debate que el 25 de octubre de 2004 alrededor de las 10.30, Chamas estaba en su verdulería “Colorado el 32” de Avenida de Mayo (ex Julio Argentino Roca) 1282, cuando Zepelin se presentó en el comercio.

De acuerdo con la pesquisa, los dos hombres mantuvieron una discusión a causa de una deuda que la familia de Chamas mantenía con Zepelin. En ese momento, el acusado extrajo un revólver calibre 38 y efectuó dos disparos que impactaron en el cuerpo del prestamista.

Aitta salió del comercio caminando por la vereda perseguido por el acusado, quien le efectuó al menos dos disparos más que impactaron en la espalda de la víctima. Zepelin cayó muerto antes de llegar a la esquina.

Según la investigación, tras el hecho Chamas escapó de la escena del crimen a bordo de su auto Peugeot 307 gris, que luego dejó abandonado en una playa de estacionamiento ubicada en las calles Florida y Merced, mientras que el arma homicida fue arrojada en un terreno baldío.

Luego del homicidio, Chamas huyó hacia la localidad de Colón, ubicada a 50 kilómetros de Pergamino, y permaneció siete años prófugo, ya que, según su abogado, “allegados de Aitta le habían puesto precio a su cabeza”.

El imputado fue finalmente detenido en marzo del año pasado por personal de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de Pergamino, en la cementera Minetti de Rosario, donde trabajaba con un documento de identidad falso, a nombre de Enrique Fernández.

Sin embargo, la hipótesis que el abogado defensor acerca del hecho es otra. El letrado  intentará probar ante los jueces Danilo Cuestas, Guillermo Burrone y Miguel Gaspari, que Aitta concurrió al local con el arma de fuego en su poder para amenazar a Chamas, lo que desató un forcejeo que culminó con los balazos. “Chamas le quitó el arma (a Aitta) y siguió tirando para que se fuera de la verdulería, ya que conocía los antecedentes penales que tenía por un doble homicidio en Olavarría”, aseguró Giacomelli.

El abogado dijo que la prueba de Dermotest que realizaron los peritos en las manos de la víctima dio resultado positivo, por lo que el hombre pudo haber manipulado el revólver

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