El joven de 25 años que permanecía en grave estado tras ser baleado el martes en inmediaciones de Rouillón y Biedma falleció anoche.
La víctima trabajaba como limpiavidrios en la zona sudoeste y recibió un balazo en la cabeza por causas que hasta el momento se desconocen.
Efectivos de la división de Homicidios de la policía investigan las causas del hecho, en el que hasta el momento no hay detenidos.
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