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Diaguitas presionan para que no les saquen sus tierras

Se reunieron con funcionarios nacionales y consiguieron la promesa de agilizar los trámites para escriturar.

Comunidades diaguitas de  cuatro provincias acordaron con el gobierno nacional agilizar la  mensura de los territorios que ocupan y frenar así posibles  intentos de desalojos.

Luego de tres días de reuniones y gestiones con autoridades  de diferentes organismos nacionales, los comuneros –como también se  los conoce en los valles calchaquíes– regresaron conformes a sus  territorios ubicados en Tucumán, Catamarca, Santiago del Estero y La Rioja.

La presión sobre sus tierras, motivo central del viaje a  Buenos Aires, tiene como antecedente directo la muerte de Javier Chocobar, producida el 12 de octubre de 2009 en Chuschagasta y la de Esperanza Nieva, de 81 años, registrada en junio del 2010 en  Amaicha del Valle, ambos en Tucumán, situación que alertó sobre los  riesgos que atraviesan diariamente decenas de comunidades  indígenas.

La ley 26160, prorrogada hasta 2013 e impulsada por la  ministra de Desarrollo Social Alicia Kirchner en 2006, busca remediar esa situación.

Luego de la reunión con los funcionarios nacionales, el  cacique de Los Quilmes, Francisco Chaile, resumió a Télam: “Queremos la seguridad de las tierras donde vivimos siempre”.

Daniel Fernández, del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas  (Inai); Claudio Morgado, del Inadi; el titular del Instituto  Nacional de Tecnología Industrial (Inti), Enrique Martínez y  Gabriel Mariotto, presidente de la Autoridad Federal de Servicios  de Comunicación Audiovisual (Afsca); fueron algunos de los  funcionarios que recibieron a los diaguitas.

Por otra parte, Chaile, un referente indígena  perteneciente a la etnia de Los Quilmes, puso de relieve la  “articulación directa con el gobierno por parte de la Unión  Diaguita”, ya que la organización realizó trámites y gestiones ante  organismos como la Ansés y la Secretaría de Cultura de la Nación.

En el caso del Inadi, durante la entrevista con Morgado se  hizo hincapié en el caso de Rolando Fregenal, cacique de la comunidad tucumana Solcos  Yampa, que el 31 de diciembre último fue detenido “sin pruebas” y  alojado en un calabozo de Simoca “pero sólo por 18 horas  porque la movilización fue inmediata”, dijo el afectado al  puntualizar que “todo es por las tierras”.

Sobre este tema, David Sánchez, un joven comunero vecino de  Fregenal, en el norte tucumano, explicó la “connivencia de sectores  judiciales con terratenientes que quieren las tierras” de los grupos originarios, situación denunciada en forma permanente por los indígenas.

“El Inadi se comprometió mirar más de cerca las causas, pedir  informes, estar en las denuncias que hacemos, si bien no tiene una  ingerencia directa puede –y de hecho lo hace– producir dictámenes  que son de cumplimiento”, agregó Sánchez, quien integra el Consejo  de Participación Indígena (CPI), un organismo consultivo del Inai.

En cuanto al relevamiento y, específicamente, la mensura de  tierras, tanto en el caso de Tucumán como en Santiago del Estero,  hubo, según informaron los indígenas, “problemas y dilaciones” con  las universidades nacionales respectivas que redundaron en que aún las  comunidades no dieron el paso necesario para conseguir el ansiado  título.

Sobre este punto se avanzó en que la Universidad Tecnológica  se encargará de lo que falta del proceso de medición “para fin de  este año”. Es decir que para cuando culmine 2011 los comuneros,  en este caso, contarán con las mensuras catastrales.

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