Policiales

Conmoción en Paraná

Para el fiscal, el contador estuvo secuestrado unas 13 horas en un departamento 

Esta información se conoció en la audiencia donde cuatro sospechosos quedaron imputados como quienes capturaron al joven el miércoles 14 de julio a las 16 y lo mantuvieron cautivo para sustraerle 15 mil dólares y elementos personales, hasta día siguiente a las 5.20 cuando lo asesinaron por asfixia


El contador Gonzalo Calleja, asesinado la semana pasada en la ciudad entrerriana de Paraná, fue privado de la libertad y sometido a apremios durante más de 13 horas antes de ser asfixiado en el departamento de uno de los cuatro acusados, para quienes este viernes la Justicia dispuso 45 días de prisión preventiva.

Según indicó el fiscal Santiago Alfieri en la audiencia de imputación que culminó este viernes por la madrugada, en el homicidio del joven de 29 años participaron los cuatro hombres detenidos “y otras personas que no fueron individualizadas aún”. Alfieri agregó que los homicidas le robaron “15 mil dólares, su reloj inteligente, teléfono celular y billetera”.

Por este motivo, el fiscal solicitó en la audiencia que los detenidos Ezequiel Morato, Alberto  Osuna, Iván Garay y Ramiro Colman permanezcan con prisión preventiva por 90 días, acusados del delito de “homicidio agravado, en concurso real con privación ilegitima de la libertad agravado”.

Sin embargo, el juez de Garantías de Paraná Ricardo Bonazzola hizo lugar parcialmente al pedido del fiscal, ya que dispuso la prisión preventiva de los imputados por 45 días y en sus domicilios.

Ante el temor de que pudieran obstaculizar a la Justicia, ordenó que ese arresto domiciliario sea con el monitoreo electrónico a través de pulseras y que, hasta tanto se consigan estos dispositivos, permanezcan alojados en la Unidad Penal 1 de la capital entrerriana.

Si bien el juez consideró que no existe peligro de fuga, sí dijo que está comprobada la existencia del riesgo de entorpecimiento. “No alcanza la existencia de antecedentes penales” para advertir “peligro de fuga, pero sí observo y entiendo como comprobado la existencia de riesgo de entorpecimiento” de la investigación, expresó el magistrado en su resolución de esta madrugada.

Al respecto, añadió: “Hay testigos que pueden surgir y aportar elementos de importancia” y hay que “protegerlos para que en un eventual juicio oral y público puedan brindar (información de) lo sucedido despojados de intimidaciones y con la mayor libertad”.

La audiencia de garantías había sido suspendida el miércoles último, ya que uno de los acusados no tenía el alta tras haber contraído coronavirus, y este jueves se reanudó minutos antes de las 20, por lo que se extendió hasta esta madrugada, cerca de la 1 de este viernes, en el Salón de Actos de los Tribunales de Paraná.

Según la acusación del fiscal Alfieri, Calleja dejó de comunicarse con su familia en la tarde del miércoles 14 de julio, cuando fue capturado por las personas que finalmente lo mataron.

En el expediente se determinó con indicios que cerca de las 16 de ese día, los cuatro acusados “y otras personas no individualizadas, actuando en conjunto, sometieron al joven de 29 años y lo privaron de su libertad para sustraerle 15.000 dólares, su reloj inteligente, celular, billetera y mochila, hasta las 5.20 del jueves en el interior del departamento de Garay”.

Luego, agregó, le “dieron muerte por asfixia, y abandonaron el cuerpo en una zona de descampado”.

Por tal motivo, los cuatro detenidos enfrentan una acusación por “homicidio agravado, en concurso real con privación ilegitima de la libertad agravado”, el cual prevé una pena máxima en un juicio de 25 años de prisión.

El cuerpo fue hallado es mismo jueves debajo de un árbol en un campo de trigo en calles Báez y Montiel, a unos 8 kilómetros de donde estaba su auto Ford Fiesta, en cuya guantera se hallaron más de 9.500 dólares.

El fiscal dijo que aún falta incorporar a la causa declaraciones testimoniales y otras pruebas de la escena y de laboratorio.

Tras conocerse la resolución del juez Bonazzola, el abogado defensor de Osuna, Andrés Amarilla, dijo que intentará comprar “hoy mismo” una tobillera para su asistido “ante la incertidumbre y caos total frente a no tener la certeza de cuándo se podría tener la tobillera oficial”, lo que fue rechazado por sus pares.

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