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¿Clásicos eran los de antes?

Por Carlos Duclos

Han pasado muchos años desde aquella tarde soleada de principios del año 1957 en la que se enfrentaron, en el estadio de Arroyito, que ni por asomo era gigante, los eternos rivales en el campo de juego: Rosario Central y Newells Old Boys. Tantos años han transcurrido  que tal vez el lector haya olvidado los nombres de algunos de los protagonistas de esos tiempos, tales como Ricardo Giménez, Oscar Mottura y el legendario Apiaciafuoco, por el Canalla y Jorge Boveri por la lepra.

Me acuerdo bien aún de algunas escenas de ese partido, aunque apenas tenía en aquella tarde lejana ocho años. Día espléndido y esperanzas vivas, entramos con mi padre al estadio, permanecimos en la popular en medio del fervor de la hinchada y al final nos fuimos sin pena ni gloria, pero tranquilos y sin temores. No hubo corridas, ni peleas, ni destrozos luego del encuentro. Es que por entonces no se conocía la palabra “barrabrava”, ni falopa. Tampoco se sabía de cheques y favores especiales para algún cabecilla.

Recuerdo que mi viejo (permítaseme que gire el comentario hacía el coloquio propio del tablón), que era un “fana” centralista, tenía toda la intención de que yo siguiera sus pasos. Ese mismo año, lamentablemente, él partió sin poder saber si en realidad había podido cumplir con su cometido de convencer a su pequeño hijo, que quedaría entonces  confundido y afligido, como queda un ser humano o un equipo cuando es derrotado. Solo que en este caso el partido final lo ganó la muerte y cuando ella gana no hay posibilidades de revancha.

Al margen, y si por las dudas algunas cosas pueden ser leídas en el cielo, diré que fanático de Central no me hice, pero allí tengo y tendré mi corazón siempre por amor a aquella lejana tarde y al grito de mi padre: “¡Movete más Mottura!”.

Años más tarde, y con mucho dolor, me tuve que comer el garrón de que  me cantaran al oído (luego de la derrota de Central por uno a cero contra la Lepra, con gol de Sacchi de cabeza): ¿Dónde puso Sacchi la pelota? ¡Yo no sé, yo no sé!” ¡Qué dolor!

Sin embargo, y sin ánimo de pretender quedar bien con los leprosos, siempre tuve un gran respeto por el club del Parque Independencia y admiré a muchos de sus jugadores, como al propio Sacchi quien una vez dijo hablando del fútbol de antes: “En el aspecto general se jugaba más que ahora. Había más lirismo. Los jugadores tenían menos compromisos con los medios ya sea la radio o la televisión. Era mas popular el deporte, se ofrecían mejores espectáculos”.

¿¡Qué puedo decir, estimado lector!? Siento que lo que dijo Sacchi es cierto, había más lirismo, había más amor por la camiseta y no tanto interés en la plata.

¿Clásicos eran los de antes?  Bueno, tal vez uno sea un poco sentimental, pero ese lirismo del que hablaba Sacchi no es un invento, no es una abstracción, es una realidad,  ¿o no?. De todas formas un clásico como el del domingo es un clásico y es bien presente.

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