El 32° Festival Internacional de Cine de Mar del Plata quedó formalmente inaugurado el viernes con una ceremonia que se llevó a cabo en la sala principal del Complejo Auditorium. La lluvia que azotó a la ciudad balnearia desde la tarde le jugó una mala pasada a uno de los mayores atractivos populares del encuentro, la Alfombra Roja, que quedó suspendida.
Hubo homenajes, música en vivo y hasta un discurso encendido del veterano presidente del encuentro, José Martínez Suárez, que recibió una calurosa ovación de parte de los invitados a la gala al referirse a los docentes: “Apoyen a los maestros argentinos y auméntenles el sueldo”, disparó el legendario realizador.
Instalación polémica
El Monumento al León Marino, símbolo indiscutible de la ciudad balnearia, amaneció el viernes alterado en su fisonomía. La postal llamó la atención de locales y visitantes: un pato inflable de color amarillo, unos laureles verdes de cartón y un mar de plástico azul circundaban al mamífero de cemento, una desfachatada provocación simbólica. El famoso artista santafesino Marcos López, convocado especialmente por el festival, fue el responsable de esta intervención que causó admiración y rechazo en partes iguales.
López entendió a la perfección la idiosincrasia de este festival que no hace distinción e incluye a todos. Esa marca que, cerca del comienzo de la Gala de Apertura y bajo la lluvia, hizo convivir en el Bulevar Marítimo Peralta Ramos a un ecosistema de realidades disímiles como en una pasarela: oficinistas que terminaban la semana, vendedores ambulantes, cartoneros, agentes de tránsito, famosos, periodistas y políticos. Los tacos de las mujeres resbalando en la vereda por la combinación letal del agua y la arena recordaban el palo enjabonado al que el artista santafesino también dedicó su mirada.
Apertura y homenajes
El gran recibimiento a los invitados comenzó puertas adentro del edificio. Allí, actores y directores, tuvieron su primer encuentro. El festival brindó un especial homenaje a las actrices Mirtha Legrand, Norma Aleandro, Graciela Borges y Tita Merello. Sólo, Aleandro, la gran protagonista de La historia oficial, estuvo presente ya que la diva de los almuerzos sufrió un percance en la ruta cuando viajaba hacia La Feliz y Borges se encuentra filmando La Quietud, nueva película de Pablo Trapero.
“Es un placer muy grande y un honor recibir esto que nos están dando pero quiero recordar que Martínez Suárez hizo de este festival algo hermoso extendiéndolo por el mundo en profundidad y diversidad”, dijo Aleandro al subir al escenario para recibir un ramo de flores.
La ceremonia comenzó con demora y fue conducida por Axel Kuschevatzky con los tradicionales discursos de las autoridades del Incaa. El presidente del Instituto, Ralph Haiek, habló del “equipo que hay detrás del festival” y subrayó “la pasión y el amor de Martínez Suárez”.
“En el Incaa estamos apostando al cine argentino; este año será récord de rodajes en el país algo que nos enorgullece porque vamos a tener más para los mercados”, dijo el funcionario que celebró el talento audiovisual argentino.
Por su parte, el director francés Claude Lelouch, uno de los invitados estrella del festival, presente en la gala, fue homenajeado en vivo por la banda municipal de Mar del Plata que interpretó el tema central del clásico Un hombre y una mujer, mientras se proyectaban escenas de la película protagonizada por Jean Louis Trintignant y Anouk Aimée.
A su tiempo, el vicepresidente del Incaa, Fernando Juan Lima, fue el encargado de dar inicio formal al festival y destacó el documental 78/52, “sobre una escena de Psicosis de Hitchcock que, entre otras miradas, tiene que ver con cómo ese clásico hablaba de los Estados Unidos de 1959, de cómo era el mundo en ese momento”, dijo. Y remarcó: “Pensaba en Mar del Plata, en cómo nos ha marcado, cómo tiene que ver con nuestra historia y nuestra cultura. Real o imaginariamente, esta ciudad tiene que ver con nuestro lugar de libertad, de descanso y de encuentro”.
Director legendario
Poco después, José Martínez Suárez recibió una ovación al ser convocado al escenario. “Mi hermana mayor, la que almuerza por televisión, tuvo un percance y no pudo llegar. Yo siempre la llamo mi hermana mayor porque no podría tener mayor alegría de tener unas hermanas como las que tengo y unas hijas, nietos y bisnietos. Cómo es posible, si yo soy el chico que está corriendo porque está por empezar la película en Villa Cañás”, dijo emocionado.
Con humor, se refirió a una película “prehistórica” que filmó su hermana Mirtha, Los martes orquídeas, y aclaró: “No le digan a ella que dije prehistórica”. Más tarde recordó estos años como presidente del festival: “Fueron importantes en mi vida; la memoria es selectiva. Todo tiempo pasado fue mejor pero este fue formidable”. Y cerró su participación con pimienta y la voz quebrada: “Les quiero agradecer que apoyen al cine argentino, que apoyen a los maestros argentinos, que les aumenten el sueldo y recuerden que el maestro pasa más tiempo con sus hijos que los padres que están trabajando. Vamos para adelante pero mirando para atrás para no repetir los mismos errores”.
La ceremonia tuvo su cierre con el nuevo director artístico, Peter Scarlet, quien subió para presentar Madame Hyde, la película de apertura, repasando las diversas adaptaciones cinematográficas de la novela de Robert Louis Stevenson, El extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hyde. “La película profundiza en el reflejo cabal del bien y del mal que habita en nosotros y por eso dio lugar a una docena de films sobre ella”, contó en inglés.
