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2011: Kirchner desborda de optimismo

Por: Ezequiel Rudman

Néstor Kirchner desborda de optimismo para 2011 a pesar de la derrota en las elecciones legislativas de 2009. El diputado festejó en Olivos la atomización opositora y se entusiasmó con la candidatura de Eduardo Duhalde como llave para mantenerse en el poder, al menos, hasta 2015.

Algo esconden las proyecciones de Kirchner. El oxígeno a la candidatura presidencial de Duhalde, en detrimento de otros díscolos peronistas como Carlos Reutemann o Felipe Solá, presupone el ocaso de las internas abiertas, simultáneas y obligatorias, por lo menos en el Partido Justicialista.

En Olivos, ante un pelotón de intendentes del interior del país, Kirchner exhibió encuestas y hasta alternativas recaudatorias para derogar el impuesto al cheque, mientas la oposición se desgasta en la Cámara de Diputados insistiendo con la sanción del proyecto aprobado en el Senado.

“Argentina está en un proceso de crecimiento que le va a permitir sustentabilidad incluso ante gobiernos de derecha. Pero nosotros vamos a prolongar este modelo hasta 2020”, insistió el ex presidente. Ya se sabe que la danza de gobernadores presidenciables incluye a Daniel Scioli, Jorge Capitanich y José Alperovich, aunque este último sólo estaría dispuesto a integrar un binomio para 2011 acompañando a Kirchner. De este modo, el plan B del oficialismo, en caso de que el matrimonio se autoexcluya de la contienda, será la fórmula Scioli-Capitanich. Para que crezcan las chances de prolongar el kirchnerismo cuatro años, el gobierno apuesta al “know how” que mejor maneja, la dispersión opositora. Ese objetivo es incompatible con la nueva ley de partidos políticos y la interna prevista para el segundo domingo de agosto del año próximo, según la cual Kirchner, Duhalde, Solá y Reutemann deberían dirimir dentro del PJ quién será el candidato presidencial. Lo mismo ocurriría en el bloque pan radical de Julio Cobos, Elisa Carrió y Ricardo Alfonsín. El ex presidente apuesta a un escenario de fragmentación opositora, con el caudillo de Lomas de Zamora compitiendo por afuera del Justicialismo, al igual que Alberto Rodríguez Saá y Mario Das Neves, en un escenario similar a los lemas peronistas que encabezaron Carlos Menem, Adolfo Rodríguez Saá y el mismísimo Kirchner en 2003.

En esa lógica se entiende también la furiosa y masiva embestida de los ministros y lugartenientes de la Casa Rosada contra Julio Cobos para obligarlo a refugiarse en el núcleo duro del radicalismo, lejos de cualquier frente transversal con el peronismo disidente que se perfile como una fuerza capaz de imponerse en la primera vuelta electoral.

Más allá del vicepresidente, Kirchner considera a Mauricio Macri como su principal rival político para 2011. Con Francisco de Narváez dispuesto a secundar al líder de PRO como candidato a  gobernador de la provincia de Buenos Aires, distrito donde derrotó a Kirchner en las elecciones legislativas del año pasado, el jefe de Gobierno porteño también se entusiasma con llegar al poder. Esta semana Macri recibió una encuesta paga que lo da ganador en cualquier escenario de balotaje, tanto ante Kirchner como frente a Cobos. Sin embargo, un dato perturbador de ese estudio por encargo nubla la estrategia de Macri: el dirigente político con mejor imagen en la Argentina es el izquierdista Fernando “Pino” Solanas.

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