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“Nunca había pasado nada”

Los vecinos de pasaje Larguía al 3500 se cuidan entre todos, pero no pudieron evitar que balearan a un hombre que resistió un robo. “Guardamos el auto todos a la misma hora, pero Sergio llegó más tarde”, dijeron.

“Nunca había pasado nada acá en el pasaje Larguía”, dijo María, una costurera de barrio Tablada que anteanoche se asomó a la calle tras escuchar detonaciones. Apenas lo hizo, vio que Sergio, su vecino de enfrente, se acercaba caminando desde la esquina y se desplomaba en medio de la calle, casi delante de su casa. Luego supo que unos momentos antes el hombre había sido víctima de un intento de robo y, si bien los ladrones se fueron sin conseguir su botín, Sergio decidió perseguirlos. Pero, en plena carrera, uno de los sujetos extrajo un arma, se dio vuelta y le disparó. Al cierre de esta edición, el herido se encontraba internado y su vida corría peligro, ya que uno de los disparos ingresó por el abdomen y perforó el intestino y destrozó la vejiga.

“En la cuadra nos cuidamos entre todos. Más o menos guardamos el auto a la misma hora y nos miramos para ver si todo está bien”, dijo a El Ciudadano Patricia, una mujer que vive en pasaje Larguía al 3500. “Se ve que ayer (por el lunes) Sergio llegó un poco más tarde que lo usual”, describió.

Sergio Salvador L. tiene 47 años y es propietario de una cadena de librerías que posee 10 sucursales distribuidas en distintos puntos de la ciudad, aunque con mayor cantidad de bocas en la zona sur. Nació en Tablada, y cuando se casó compró un inmueble a pocos metros de la casa de sus padres, ubicada de bulevar Seguí al 400.

Ahora, vive en la misma cuadra que Patricia y María, por el pasaje Larguía, a la altura del 3570. Allí comparte su casa con su mujer, Marcela, y sus hijos de 21 y 16 años. La casa en la que habitan tiene dos pisos y cochera. Sin embargo, Sergio alquila un amplio garaje en la vereda de enfrente a la de su vivienda, que funciona como depósito y como estacionamiento para las chatas que se utilizan para la distribución de mercaderías a sus distintos locales y para entregas a grandes clientes.

Según informó la Policía y confirmaron varios vecinos, anteayer cerca de las 22 Sergio llegó a bordo de uno de los vehículos de su empresa, una combi Ford Transit, y la guardó en su depósito. Pero cuando salió del garaje fue sorprendido por tres jóvenes armados que aparecieron en la cuadra. Los recién llegados quisieron asaltar a Sergio, quien se resistió al robo.

No se sabe por qué motivo los sospechosos decidieron retirarse del lugar. Pero Sergio no quiso dejar las cosas de ese modo, y comenzó a correrlos por bulevar Seguí hacia el lado de 1º de Mayo.

Fue allí donde uno de los ladrones tomó su arma de fuego, giró sobre sí mismo sin dejar de correr y abrió fuego contra el librero, informaron las fuentes.

“Yo me asomé a la calle porque escuché los tiros y a Marcela que gritaba «¡No los corras!». Vi a Sergio que dobló en la esquina y caminó casi hasta adelante de mi casa por la calle, hasta que se desplomó”, contó María, una anciana que conoce al herido desde su nacimiento.

Minutos después, personal de la comisaría 16ª, con jurisdicción en la zona, se hizo presente en el lugar y, ante la demora de la ambulancia, los uniformados subieron a la víctima al patrullero y lo llevaron hasta el Sanatorio Ipam, ubicado en Sarmiento y Gaboto.

Los investigadores remarcaron que Sergio no perdió el conocimiento enseguida y pudo contarles cómo había sido atacado, camino al sanatorio.

Luego, ya en el centro de salud, el hombre fue sometido a una operación, a causa de los dos disparos que recibió: uno en una pierna y otro uno en la zona del abdomen, que le perforó el intestino en tres partes, le destrozó la vejiga y le reventó una vena.

Al cierre de esta edición, Sergio se encontraba internado en grave estado, en la sala de terapia intensiva. Por la condición en la que se encontraba, había sido inducido a un coma farmacológico, aunque los médicos esperanban que hoy pueda despertarse. Sin embargo, destacaron que su vida estaba en riesgo y que permanecerá en la sala de terapia intensiva varios días más, informaron fuentes médicas.

El hecho es investigado por el Juzgado de Instrucción de la 4ª Nominación, con la colaboración de la comisaría 16ª e Inspección 3ª Zona, por cuestiones de jurisdicción.

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