Leonardo Madelón confía en que mañana cumplirá el objetivo trazado y dejará a Central en primera división. Para ello, al canalla le alcanzará con lograr como mínimo un empate.
Con su habitual optimismo, y confiado de que el trabajo que viene realizando con el equipo dará sus frutos, Madelón aguarda sereno la hora señalada. Y aunque reconoce “que nadie quiere jugar una instancia como esta”, el técnico auriazul cree en el potencial de sus jugadores para superar al rival de turno.
—Para Central es la segunda Promoción consecutiva, y para vos también (NdR. En el torneo pasado dirigía en Gimnasia de La Plata). Si sale todo como esperan, ¿te habrás convertido en un especialista en Promociones?
—No, no… ni quisiera hacerme especialista tampoco. Es una circunstancia que se dio, nada más. Me tocó vivir esto desde hace 40 días, y vine a poner el lomo en un momento difícil.
—Los jugadores dicen que es feo jugar la Promoción.
—Yo disfruto de cada día que me levanto, de defender a un club tan grande como Central. Trato de disfrutar, y cuando toca el silbato el árbitro, empieza el partido, se mueven los muñecos, y lo definen ellos.
—¿Pero es lo mismo jugar una Promoción que cualquier otro partido?
—No, es una instancia que no la quiere jugar nadie. Hay mucha tensión y se ponen en juego un montón de cosas, hasta la historia de un club. Pero pensamos que nos va a ir bien.
—¿Cuánto influye para jugar esta instancia que la mayoría de los jugadores de Central sean hinchas del equipo que vienen de las inferiores del club?
—Mucho. En cada partido vienen jugando con el alma, y eso me reconforta, y a la gente también. Esto te da sentido de pertenencia. Acá no hay misterios, el grupo está sanito y ansioso esperando que se hagan las tres de la tarde del domingo (por mañana).
—Más allá de que con el empate alcanza, ¿la idea es salir a buscar el partido?
—Sí, sí, siempre. Lo que pasa es que en el partido de ida nos primerearon. Hasta que nos acomodamos ya perdíamos uno a cero. El otro día nos faltó fútbol. Pero ahora vamos a tener más espacios. Con serenidad y paciencia, tenemos que lograr el objetivo.
—¿Cómo saldrá a jugar All Boys?
—Igual porque ellos manejan este juego desde hace tres años. Vienen juntos con el mismo técnico desde hace tiempo, se conocen muy bien. Pero nosotros estamos bien. Tenemos que ser inteligentes y trabajar mucho el partido.
—El otro día Central se mostró nervioso. ¿Pensás que jugando como local la cosa puede ser distinta?
—Es un partido de fútbol en el que habrá 40 mil almas a nuestro favor. El tema es no confiarse. En el fútbol hay que tener confianza, no estar confiado. Yo una vez salí confiado a la calle y me robaron un auto.
—¿Hay algo que te preocupe o que consideres que pone en riesgo la permanencia de Central en primera?
—No, no. Como cabeza de grupo, tengo que estar muy tranquilo por el trabajo. Este grupo está bien porque llega respaldado. Se ha mostrado orden y una muy buena actitud en cada partido. Tenemos que estar bien despiertos el día del partido. Y si alguien se cansa, que sean ellos, Central no se cansa nunca.
—¿Qué cosas no hay que repetir de lo que hicieron en el primer partido?
—Hay que estar tranquilos. Tenemos lo nuestro. El otro día, si el gol llegaba antes, hasta podríamos haber ganado. Ellos estaban cansados en el final. Además, no puedo reprochar que nuestro equipo no haya tenido actitud. Creo que ahora, en una cancha más grande, tendremos mayores espacios. Ahora no tenemos excusas.
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