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Rendirse jamás

Argentino recibe desde las 15 a Liniers con el objetivo de asegurar la permanencia.

Lejos de aquellos años de gloria, de títulos y ascensos (cuatro en total: en el 83 bajo la tutela de Tablón Bautista, en el 90 con la dupla Machetti y Craiyacich en la dirección técnica, en el 99 con Tito Rebottaro y en el 2004 con Pomelo Marini), Argentino quedó a noventa minutos de jugar en la categoría más inferior del fútbol nacional. Pero ahora no hay tiempo para lamentos, excusas o culpas. El Salaíto deberá ganarle por dos goles de diferencia a Liniers, rival que proviene de la D y que llega con un invicto de 19 fechas, para asegurarse la permanencia en la Primera C. El desquite por la Promoción comenzará a las 15 en el Olaeta y será dirigido por Diego Colombo.

Ya llegará el momento de ensayar replanteos y asumir responsabilidades por parte de la dirigencia que encabeza el acaudalado Daniel Mariatti. El objetivo tiene que estar centrado en revertir el 1-3 sufrido en el partido de ida ante la Topadora. “Fuimos uno de los mejores equipos de la temporada de la C, pero tendremos que revalidarlo en la Promoción por el mal promedio que heredamos de malas campañas anteriores”, había dicho Vaquero antes de que arrancara la serie.  Argentino, un buen equipo que sufrió un mal resultado conseguido en el primer partido, tendrá que sacar ese plus de personalidad que se necesita en situaciones límite para mantenerse en la C y empezar a recuperar la grandeza de aquellos años de gloria.

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