De paso por Santa Fe, donde participó de un homenaje al militante social Raúl Sufritti, el diputado nacional y ex líder de la CTA Víctor De Gennaro analizó el mapa político de cara a 2012, hizo cuestionamientos al gobierno nacional pero dejó en claro que los legisladores del Frente Amplio Progresista (FAP) no ejercerán una oposición ciega sino que acompañarán los proyectos con los que estén de acuerdo. “Lo que resuelva los problemas de la gente, lo vamos a apoyar”, prometió De Gennaro, quien ocupará una banca en el Congreso nacional, en representación de la provincia de Buenos Aires, a partir del 10 de diciembre.
Para el dirigente sindical y fundador de la CTA, el FAP fue “la novedad política” de 2011. Conformado por el socialismo –De Gennaro subrayó la experiencia del partido de la rosa roja a partir de su gestión en el gobierno de Santa Fe–, el Frente Cívico de Luis Juez, el movimiento Libres del Sur, Unidad Popular –donde milita el sindicalista– y el GEN de Margarita Stolbizer, el FAP quedó segundo en las presidenciales de octubre por encima de la UCR y del Peronismo Federal. El desafío, planteó De Gennaro, es construir una alternativa de gobierno para las elecciones de 2015 y, entre tanto, fortalecer el espacio a partir de las organizaciones sociales.
El último miércoles, en su paso por la capital santafesina, participó del homenaje mediante el cual la Cámara de Diputados reconoció la trayectoria de Raúl Sufritti, a quien De Gennaro definió como un “pater noster nuestro, un maestro de vida, de conducta y de historia”. Sufritti fue el responsable de recuperar ATE Santa Fe después de la intervención durante la última dictadura cuando De Gennaro fue secretario general de ATE nacional, según recordó el fundador de la CTA y diputado nacional electo.
De Gennaro hizo un balance de 2011: “El FAP fue la novedad política de este año. El poder quería cerrar el año con un mensaje: o es Cristina Kirchner y su descendencia del PJ o es Macri y la derecha. Bueno, se comieron que además hay otra perspectiva, que es el FAP. Está en construcción, terminamos como segunda fuerza a nivel nacional y hoy estamos planteando alternativas y creciendo”.
A modo de vaticinio, añadió: “Se avecina un año en el que no es que van a empezar los conflictos; los conflictos vienen de hace rato; lo que no tienen es solución. El hambre sigue, los jubilados en la mayoría del país no cobran el 82 por ciento móvil, la precariedad labora aumenta y la crisis se quiere descargar sobre los trabajadores. Será un año de organización y de pelea y, esperemos, de soluciones para las necesidades de los compañeros”.
—¿Cómo se va a plantar el FAP, en el Congreso, frente al gobierno nacional?
—En el Congreso, en las intendencias, en el gobierno (de la provincia Santa Fe) lo vamos a hacer resolviendo las necesidades de la gente. Si mañana Cristina Kirchner dice que va a impulsar una ley de salario familiar universal para que todos los pibes cobren, la vamos a aprobar. Hoy hay 3.400.000 pibes que lo cobran y cinco millones que no. Ahora, si dice que hay que pagar la deuda con el Club de París, le vamos a decir que no. Eso es una inmoralidad; nosotros creemos que hay que discutir en serio e investigar a fondo la deuda externa. Nos vamos a parar frente al poder y frente al gobierno de la misma manera: ¿cómo se resuelven los problemas de la gente? Aquello que resuelva los problemas de la gente, lo vamos a apoyar.
—¿Cómo se preparan los gremios para la discusión salarial del próximo año, teniendo en cuenta que aún no se ha resuelto el problema de la inflación?
—Lo más grave es que la gente no llega a fin de mes. Ese es el tema más serio; no es un problema de porcentajes (de aumento salarial); el problema es el salario mínimo, vital y móvil y pasar de un trabajo precario a un trabajo estable. Hoy, ocho de cada diez jóvenes menores de 30 años no saben lo que es un trabajo estable. Hoy, cuatro millones de jubilados ganan 1.690 pesos. Hoy, la mayoría de los trabajadores no tiene un ingreso adecuado. Discutir eso significa redistribuir la riqueza. No es un problema de porcentajes sino de repartir de manera distinta. Lo que hay que discutir es cómo se reparte la torta. En nuestro país sobra plata, sobra riqueza; lo que falta es vergüenza en nuestros gobernantes.
—¿Qué proyectos llevará el FAP al Congreso?
—Además de los que tenemos como expresión de un programa, están los que venimos llevando desde hace rato. Nuestros diputados ya venían encontrándose en distintas propuestas; si uno analiza los últimos cuatro años, votaron juntos en casi todas las propuestas. Para mí, el problema principal sigue siendo el hambre de nuestros chicos y la falta del 82 por ciento para nuestros jubilados. Y cambiar la rentabilidad de las cinco rentas que se llevan del país: la renta minera, la financiera, la petrolera, la sojera y la ictícola. Esa es la base un proyecto diferente. Y no tenerle miedo a la democratización: que haya consultas populares y libertad sindical.
—¿Cómo imagina la evolución del FAP de cara a 2015?
—Va a ir construyendo hacia el gobierno. Nosotros hoy somos una fuerza en marcha hacia gobernar la Argentina. Y para eso hay que gobernar las localidades, las provincias, hay que avanzar en la construcción de organizaciones populares; a medida que vayamos avanzando, el FAP se irá consolidando como el ámbito en el que se está construyendo un gobierno plural y democrático para la Argentina.
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