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¿Dónde está el piloto (en la crisis BCRA)?

Por: Ezequiel Rudman

La estrategia de Reutemann es imprimirle baja velocidad a la confrontación con los K y dejar que sus rivales se desgasten.
La estrategia de Reutemann es imprimirle baja velocidad a la confrontación con los K y dejar que sus rivales se desgasten.

En una crisis que definitivamente deberá resolver el Congreso, llama la atención la ausencia del senador Carlos Reutemann en el debate sobre el futuro de Martín Redrado y el uso de reservas del Banco Central para pagar deuda. El santafesino optó por el silencio, por un viaje al exterior y por la táctica del menor desgaste político.

Lole no sólo esquivó la sórdida pelea entre Redrado y la Casa Rosada sino también los forcejeos que generó la aprobación del presupuesto 2010 en Santa Fe, donde el binnersimo acusó abiertamente el PJ de Reutemann de ser una máquina de impedir. Mientras un neoperonista como Mauricio Macri confesaba que el “sueño del pibe” sería competir con Néstor Kirchner por la presidencia, otro peronista ortodoxo como Eduardo Duhalde se lanzaba abiertamente como candidato del PJ disidente y un concertador radical como Julio Cobos declaraba que le gustaría definir con Kirchner en un balotaje, Reutemann eligió el silencio.

La estrategia del ex piloto de Fórmula 1 es imprimirle baja velocidad a la confrontación con el kirchnerismo y dejar que sus rivales se desgasten en crisis como la del Banco Central. Es la lógica del tercero en discordia: aguardar a ver cuántas bajas quedan en cada bando y con el resultado de la contienda definida comenzar la ofensiva propia.

En cuanto al bando opositor, Reutemann resistió indemne la presión de Duhalde para lanzarse como candidato presidencial del PJ rebelde. El senador santafesino no cedió a las chicanas políticas del matrimonio Duhalde y congeló cualquier especulación sobre su futuro político, evitando así convertirse en una amenaza para los Kirchner. Observó también en abstracto la crisis que atravesó Macri con el affaire de las escuchas telefónicas en la Policía porteña y se abstuvo de confrontar con el gobierno nacional.

En cuanto a Kirchner, el ex gobernador de Santa Fe no desestima ni su caudal electoral ni su poder de daño. Con Duhalde en escena y Felipe Solá bajo el paraguas del lomense, Reutemann es conciente de su debilidad en la provincia de Buenos Aires, el principal distrito electoral del país. En ese contexto, sólo Francisco De Narváez aparece como un potencial socio para reflotar el proyecto presidencial con penetración en el conurbano bonaerense. El diputado empresario ratificó esta semana que Reutemann es su candidato para 2011, en una clara señal de distanciamiento de Macri.

La estrategia de Reutemann de evitar el desgaste político fue puesta a prueba en la crisis del Banco Central. Cobos, en su calidad de presidente del Senado, fue el único dirigente opositor que osó inmiscuirse en los DNU que crean el Fondo del Bicentenario y que removían a Redrado. Y fue blanco directo de un bombardeo kirchnerista para que renuncie como vicepresidente. Esa operación contra el mendocino, sumada a la que habría padecido Macri con las escuchas telefónicas, le permite alardear a Reutemann ante sus íntimos sobre el éxito de su estrategia antidesgaste.

Sólo en ese marco se entiende la llamativa ausencia de Lole durante el extenso y repetitivo debate sobre el uso de reservas para el pago de la deuda que enfrentó al Poder Ejecutivo con el Legislativo y el Judicial. De hecho, Reutemann ni siquiera asistió a la reunión de jefes de bloque que convocó Cobos en el Senado para analizar la crisis del Banco Central. El ex gobernador, como titular de la bancada Santa Fe Federal, estaba incluido en esa cumbre pero no fue de la partida y ni siquiera emitió un comunicado en defensa de la autarquía del BCRA o de la potestad del Poder Ejecutivo para emitir decretos de necesidad y urgencia.

Sin descartar la presidencia ni tampoco la gobernación santafesina, Reutemann aguarda el inicio de las sesiones ordinarias el 1º de marzo en el Senado. Recién en ese momento dará el debate abierto, con el kirchnerismo diezmado después de las elecciones legislativas del 28 de junio de 2009.

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