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Credicop, Macro y Municipal

Va a juicio oral sindicado de raíd delictivo por bancos

Sergio C., de 30 años y apodado Mono, se sentará en el banquillo de los acusados. Es por tres golpes cometidos contra entidades bancarias junto a otros cómplices: los ataques fueron entre mayo y agosto del año pasado en Rosario, Pérez y Roldán.


El sindicado líder de una banda de ladrones de bancos irá a juicio oral acusado de tres robos cometidos el año pasado –entre mayo y agosto– en Rosario, Pérez y Roldán. En la audiencia preliminar, el juez Javier Beltramone aceptó las pruebas de los fiscales de la Unidad de Investigación y Juicio que lo sindican como sospechoso de los asaltos que ocurrieron en las sucursales del Municipal de barrio Empalme Graneros; al banco Macro de Roldán y al Credicoop de Pérez. En total, se llevaron un  millón y medio de pesos, efectivo que no fue recuperado.

En agosto pasado, Sergio Martín C., de 30 años y conocido como Mono, tuvo la audiencia preliminar donde la Fiscalía y la defensa presentaron las pruebas y los testigos al magistrado Javier Beltramone, quien aceptó el material y dispuso que la causa pase al juicio oral.

El Mono cayó hace poco más de un año cuando escapaba del asalto al banco Credicoop de Pérez. En un primer momento, el muchacho de 30 años estuvo sindicado en seis golpes, pero al llegar a la imputativa, lo acusaron formalmente por tres asaltos a bancos. En ese marco, la fiscal Cecilia Brindisi describió que una de las pruebas fueron las escuchas que dan cuenta de que el Mono se equipó para el robo en Pérez; consiguió una silla de ruedas, cuello ortopédico, maquillaje, un auto y armamento. Estas pruebas, y otras que surgieron tras intervenir el teléfono de acusado, fueron presentadas en la preliminar por los fiscales Brindisi, Aníbal Vescovo y Valeria Haurigot. Ese material implicó también al Mono en el asalto a la sucursal del Macro de Roldán el 8 de julio pasado y el asalto al Municipal de Empalme ocurrido a principios de mayo del año pasado. En todas las sucursales, los ladrones usaron disfraces y maquillajes. Con respecto a esa característica, una situación por demás de extraña llamó la atención de los pesquisas cuando los uniformados detuvieron en el ingreso de la Unidad 11 de Piñero a un hombre de 36 años que intentaba entrar un bolso que tenía un chaleco portaobjetos, tres pantalones de fajina, un buzo polar con escudo de la Policía de Santa Fe, dos camisas y una remera, también con la insignia policial. El aprendido iba a visitar al Mono.

El Municipal

El 8 de mayo de 2015 a la mañana, llegó un hombre a la sucursal del Banco Municipal de Juan José Paso al 5700 y se paró en la puerta. Quedó de campana mientras cuatro cómplices, uno con traje y los demás con disfraces de policía, cartero y de una empresa de recolección de residuos desenfundaron sus armas. Uno, con una ametralladora FMK3, tuvo la primera reacción y le pegó al empleado de seguridad privada, después el grupo amenazó al tesorero y rompió la puerta del tesoro a mazazos. Ese día, los ladrones se alzaron con un botín de 1.685.000 pesos y se fugaron en una moto y un Fiat Palio blanco. Por este caso, hubo cuatro detenidos: Pablo Alejandro R., de 29 años y conocido como “Gordo”; Marcos C., de 26; José Horacio F., apodado “Grasa” de 29, y José Luis Z., de 27.

Al Grasa lo desvincularon de la causa en septiembre de ese mismo año. Pero firmó un abreviado por un año y seis meses de prisión por reducidor de elementos robados, esa pena se le acumuló y lo condenaron a tres años de prisión mientras que el Gordo firmó en mayo pasado un juicio abreviado por aceptar su responsabilidad en el asalto al Municipal, pena que se le sumó con una anterior y terminó con 10 años de prisión. Por aquel tiempo, el Mono no había sido detenido, pero los pesquisas lo tenían como el organizador de la banda por escuchas telefónicas, describieron los investigadores.

El Macro

Pasaron dos meses, y el 8 de julio de ese año se produjo otro asalto. El blanco en esta oportunidad fue la sucursal del Macro en Roldán. Ese día, al menos cinco hombres armados llegaron en una moto y un Volkswagen Gol rojo a la puerta del banco. Tres ocupantes del auto se bajaron y el chofer quedó en el vehículo. El motociclista hizo de campana hasta que el custodio activó la alarma y tuvieron que salir a la carrera. Sólo lograron hacerse del maletín de un cliente que tenía 70 mil pesos. El conductor de la moto cayó cuando intentaba cubrir la huida con clavos miguelito. En este caso, dos de los cinco detenidos firmaron un abreviado. La pesquisa determinó que Ricardo Daniel Torres, apodado Cri Cri, fue el conductor y firmó un acuerdo por cuatro años de prisión. Por su parte, Gustavo González, de 38 años, aceptó su responsabilidad en un  abreviado por 4 años y 6 meses. Tenía un condena previa, por lo tanto se le unificó en 11 años de prisión. Los investigadores determinaron que el Tata entró al banco junto a Alejandro A. y El Mono. Los uniformados capturaron a Franco M., en la moto.

El Credicoop

El último golpe para el Mono fue el 27 de agosto del año pasado, cuando su banda entró a las 11 en la sucursal bancaria de Pérez y se llevó al menos 120 mil pesos. Primero ingresó un hombre en silla de ruedas que era asistido por otro, lo siguieron dos falsos clientes y se completó el cuarteto. Con el cuadro completo, desenfundaron y a punta de ametralladoras y pistolas redujeron al custodio, a los empleados y los pocos clientes. Antes de entregar la reglamentaria, el de seguridad tocó la alarma. En menos de cinco minutos cargaron toda la plata que tuvieron a su alcance y comenzaron la fuga en un Ford Focus con dirección a Rosario.

La logística también incluyó ocupar a todos los patrulleros con una amenaza de bomba y un llamado al 911 para alertar sobre el hallazgo del cuerpo de una mujer que había sido abandonado en un basural, a 50 cuadras de la comisaría 22ª.

Los investigadores ya estaban detrás del Mono, lo estaban escuchando y tenían la data del golpe, pero no sabían la sucursal. Apenas sonó la alarma, los policías y las fuerzas federales montaron retenes y tras una persecución fueron detenidos en diferentes instancias cinco personas. Primero dos hombres, Andrés G. y Darío Giménez, de 33 años, se descolgaron del auto en la zona del complejo Las Carolinas (ruta 18 y A012) y al Mono lo atrapó el Comando Radioeléctrico cuando iba al trote tratando de refugiarse en unos cañaverales. En el Focus piloteado por el adolescente, encontraron dos ametralladoras y una pistola 9 milímetros.

A Ceferino M., de 51 años, lo capturaron cuando caminaba a un kilómetro del lugar donde se detuvo el Focus. En la imputativa, este jubilado de la bonaerense y veterano de guerra de 51 años pidió la palabra y aseguró que los policías se cruzaron con él por casualidad, mientras cumplía una promesa. “Tuve a mi nietito internado durante una semana; entonces le prometí a la Virgen que si se recuperaba iba a ir Rosario a tocar a la virgen todos los días y me iba a volver caminando”, explicó Ceferino. Ese jueves, el jubilado se tomó un colectivo más o menos a las 8.30, llegó a Rosario una hora más tarde y comenzó su trayecto de regreso, a pie, desde el casino City Center, por eso estaba en el medio del campo, explicó en dicha oportunidad el sospechoso.

Otro de los acusados que quiso dar su versión fue Darío G., quien aseguró que estaba en la zona rural de Soldini haciendo averiguaciones para comprar unos caballos y que en ese contexto fue sorprendido por los uniformados. Firmó un abreviado el 21 de junio de este año, por siete años de prisión como partícipe secundario.

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