El primer juicio contra el ex jefe de la Policía Hugo Tognoli, que se realiza en el Tribunal Oral Federal de Santa Fe, entró en su etapa final. Ayer hubo dos testimonios importantes: uno que complica a Tognoli, aportado por una persona condenada por tráfico de drogas, y otro que desacredita a la denunciante Norma Castaño.
Ayer se desarrolló la séptima jornada del juicio en el que están imputados el ex jefe de la Policía, los ex agentes José Luis Baella y Mauricio Otaduy, el remisero Fernando Torres y el presunto narco Daniel “Tuerto” Mendoza.
En primer lugar, declaró la testigo María Silva, quien durante seis años participó junto a Castaño de la ONG Madres Solidarias. Silva señaló que presenció varias de las reuniones entre Castaño y Tognoli cuando este último era jefe de la Dirección General de Prevención y Control de Adicciones. A diferencia de lo que declaró la denunciante, Silva dijo que en esos encuentros Castaño no suministraba datos precisos sobre ventas de drogas sino que se limitaba a elogiar los operativos de Tognoli.
Luego dio testimonial, mediante videoconferencia, un testigo de identidad reservada que habló de espaldas a la cámara y con la voz distorsionada, desde una cárcel del noroeste del país. El testigo, condenado por narcotráfico en otra causa, acusó a la Policía santafesina de transportar droga en autos oficiales con el visto bueno de Tognoli. La semana que viene comenzarán los alegatos y luego el tribunal estará en condiciones de dictar sentencia.
Comentarios