La Odontología Basada en la Evidencia está sustentada en tres pilares: lo que se está investigando en el mundo y es publicado en la bibliografía internacional; la experiencia del profesional; y la elección y la decisión de los pacientes. La OBE combina el uso racional de los recursos, los criterios de calidad y la búsqueda de la satisfacción del paciente. La evidencia se jerarquiza en el marco de la investigación científica que la origina.
“La odontología Basada en la Evidencia (OBE) nace de la Medicina Basada en la Evidencia (MBE) y se la define como el uso explícito, racional y juicioso de la mejor evidencia disponible, en la toma de decisiones clínicas incorporando las preferencias de los pacientes”, se lee en la Unidad de Odontología Basada en la Evidencia de la Universidad de Chile. El Colegio de Odontólogos de la Provincia de Santa Fe 2ª Circunscripción, en el marco de su Programa de Educación Continua, organizó un taller teórico-práctico sobre odontología basada en la evidencia para sus colegiados.
Graciela Rasines, odontóloga, egresada de la de la Universidad de Buenos Aires, Master en Efectividad Clínica y directora de la Comisión de Odontología Basada en la Evidencia de la Asociación Odontológica Argentina, fue la persona invitada a desarrollarlo. Para la profesional “la Odontología Basada en la Evidencia, es, simplemente, una parte de la odontología que busca, mediante herramientas adecuadas, acercar la investigación científica a la práctica. O sea, un odontólogo desde su lugar de trabajo va a estar permanentemente actualizado y va a contar con las respuestas correctas de la evidencia científica, para aquello que se recomienda utilizar a sus pacientes, en cada caso en particular. El profesional odontólogo recurrirá a prácticas que están científicamente comprobadas en el mundo. De esta manera la decisión que tomemos será una decisión respaldada. Decisiones compartidas y respaldadas por las evidencias”, enfatiza, Rasines.
—¿Cuál es el mensaje que vierten a los profesionales odontólogos sobre la OBE?
—Primero que no le tengan miedo. Generalmente cuando se instala el tema se piensa que es algo demasiado extraño y complejo. Lo que se les ofrece a los colegas odontólogos es una serie de herramientas que van a complementar los conocimientos que ellos tienen y a avalar prácticas que han demostrado que son las que deben indicarse. Es lo que la ciencia en el día a día nos dice que es lo correcto. Ellos deben saber que a nuestra práctica, la que realizamos todos los días, la podemos confirmar y saber que lo que hagamos va a estar refrendado por científicos que para llegar a esas conclusiones ya obtuvieron resultados positivos en el tiempo.
—¿A qué deben recurrir los odontólogos para estar dentro de la Odontología Basada en la Evidencia?
—Las herramientas que les damos giran en torno de aprender a buscar bibliografía, a leerla, a analizarla y realizar de la misma una lectura crítica; aprender a obtener los resultados de las experiencias internacionales y aplicarlos a su práctica cotidiana. Cuando se alcanza fluidez en el manejo de esas herramientas, que les llevará una hora o un poco más por día, podrán obtener la información precisa que buscaban. Existen muchos sitios de internet donde la evidencia está accesible. Mi tarea es mostrárselos y ayudarlos a navegar por ellos. A los jóvenes no les va a costar mucho trabajo. Con estas herramientas el colega odontólogo aprenderá a elegir el camino más seguro que será siempre más beneficioso para el paciente. Esto es algo que nos lo da la evidencia, la que nos permite actualizarnos en tiempo real. Para lo cual la capacitación también ha de ser permanente.
—¿En qué se beneficia el paciente?
—Los pacientes son uno de los tres pilares en los que se asienta la OBE. Por eso decimos que ellos junto a los profesionales son quienes más se benefician con la práctica de la Odontología Basada en la Evidencia, ya que las decisiones tomadas por su odontólogo para encarar tal o cual tratamiento siempre se asentarán sobre aquello que está suficientemente probado, que sabemos que funciona y de los que tenemos certezas que no van a ocasionar daños.
Graciela Rasines se apresura a aclarar que la práctica basada en la evidencia no es un libro de recetas. En la atención de la salud, cada caso es único y así hay que tratarlo: “Simplemente le vamos a poder ofrecer a cada paciente qué es lo mejor para ellos y con ellos vamos a poder llegar a la toma de la decisión que ha demostrado ser la más efectiva, para intervenir en su boca”.
—¿La odontología también ha pasado a ser una disciplina de abordaje interdisciplinario?
—Sí. Y está muy bien que así sea y es por muchas razones; en principio, hoy existen muchas especialidades dentro de la odontología. Y muchas disciplinas, más allá de ella, con las que la odontología está necesariamente vinculada, como la medicina, la psicología, la fonoaudiología. Un paciente no es un diente; es un ser humano que tiene muchos factores: es una persona que puede llegar cursando enfermedades sistémicas. Por eso el abordaje interdisciplinario es indispensable para hacer un abordaje que incluya a la persona y su ambiente.
—¿Cuándo ustedes revisan al paciente, a través de la boca, ¿pueden ver más allá de lo que motivó la consulta del mismo?
—Sí. De hecho lo hacemos, sobre todo al revisar al paciente, el odontólogo es quien detecta el carcinoma oral y lo derivamos. Podemos no saber qué tipo de lesión es pero ante la menor sospecha se le sugiere al paciente que haga la consulta con un especialista. Podemos ver lesiones que están agravadas por la diabetes; se pueden detectar indicios de hipertensión. También recibimos de los médicos pacientes con focos sépticos en sus bocas que corresponden a patologías odontológicas.
—Usted es egresada en el año 1983, ¿qué ha cambiado de la odontología que valga la pena remarcar?
—Se avanzó mucho en tecnología. Por los años 80 y 90 aparecieron los implantes; se trata de una buena solución que exige respeto y prescripción adecuada. Ahora se está avanzando en investigación; estamos en el inicio del trabajo con células madre. Se toman muestras de los dientes temporarios también llamados primarios o comúnmente de ‘leche’ y se extraen tejidos que se guardan en bancos especiales; una de las hipótesis es que con ellos se pueda formar tejido dentario. Es necesario aclarar que en este tema se está en las primeras etapas de la investigación. Hemos avanzado en la calidad de los materiales. El blanqueamiento que hoy es novedoso, ya se está haciendo con más seguridad.
—¿Cuáles son sus expectativas?
—La idea es compartir las herramientas de la Odontología Basada en la Evidencia. Este tema lo que permite es una actualización continua, sistemática, metodizada; y, a la vez, de un modo sencillo. Lo que hacemos es aprender juntos a buscar la información, poder encontrarla y hacer una lectura crítica de la misma para sacar conclusiones de manera rápida. Es algo que desde hace ya un tiempo se hace en medicina. Lo que nos lleva junto a los pacientes a tomar decisiones respaldadas responsablemente. La Odontología Basada en la Evidencia, al igual que la Medicina Basada en la Evidencia, han llegado para quedarse. Hoy es impensable cualquier retroceso en estas materias.
—Siempre se debe tener en cuenta lo que los pacientes traen a la consulta…
—…sí; esto tiene dos facetas. Por un lado lo que el paciente trae desde su consulta a internet, que es muy lícita para él y que nosotros debemos estar preparados para poder responder y acompañarlo en su proceso de comprensión; y, por otro lado, es necesario escuchar y comprender sus deseos.
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