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Confesó asalto y le pidió perdón a Baby

Está preso por el robo ocurrido en marzo en la casa de la familia Etchecopar.


Uno de los dos detenidos por el asalto a la casa de Ángel “Baby” Etchecopar, ocurrido en la localidad bonaerense de San Isidro en marzo pasado, confesó haber participado del hecho y pidió perdón a las víctimas, aunque dijo que no intervino en el tiroteo en el que murió un ladrón y resultaron heridos el conductor radial y su hijo.

Se trata de Horacio Barretto (27), quien pidió ampliar su declaración indagatoria ante el fiscal Andrés Zárate. Durante la audiencia, el imputado “se mostró arrepentido y pidió perdón” por lo ocurrido, aunque aclaró que en el asalto sólo actuó como chofer y aportó un Ford Galaxy que era de su novia y con el que se movilizaba la banda.

Según los voceros, Barretto afirmó que no participó del tiroteo dentro de la habitación de Baby y afirmó que intervinieron el joven de 18 años que está preso por el hecho y Alejandro Morilla (24), que murió cuando el conductor y su hijo se defendieron a balazos.

El imputado detalló que sólo disparó en una oportunidad con la escopeta que tenía y lo hizo en la huida de la casa, cuando alguien desde dentro de la vivienda, efectuó disparos. Según Barretto, con ese escopetazo no hirió a nadie, ya que tiró al voleo y sin apuntar.

Baby (59) y su hijo Federico (24) fueron heridos a balazos el 12 de marzo al enfrentarse a tiros con tres personas que entraron a robar a su casa de Francia 137, en San Isidro. Los asaltantes primero habían tomado como rehén al hijo del conductor y a su novia en la vía pública y luego se dirigieron con la pareja a la vivienda de Etchecopar, donde estaban su esposa, Adriana, y su hija embarazada, María Paz (28).

Luego llegó Baby, fue capturado y si bien la familia les entregó dinero y joyas, se produjo el tiroteo donde él y su hijo terminaron baleados, un ladrón muerto y otro herido. El fiscal Zárate determinó que Etchecopar y su hijo actuaron en “legítima defensa”, y por eso no los imputó por el homicidio de Morilla.

El conductor radial y televisivo estuvo internado en el Hospital Central de San Isidro, donde le tuvieron que reconstruir un hueso de la pierna derecha, fracturado por un balazo, mientras que su hijo Federico tuvo una recuperación más larga porque recibió cuatro tiros, uno de los cuales le afectó un pulmón.

El procesamiento de los imputados fue confirmado por la Cámara de Apelaciones de San Isidro y en el caso del joven de 18 años, que era menor de edad cuando ocurrió el hecho, el fiscal ya pidió que sea enviado a juicio oral, mientras se espera que en breve haga lo propio con el mayor.

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