Después de más de dos horas y media de debate, el Concejo Municipal aprobó ayer la prórroga por tres años de la concesión del servicio de transporte de pasajeros a Rosario Bus, propiedad de Agustín Bermúdez, y también de la empresa La Mixta. Con la negativa para la extensión de la licencia y severos cuestionamientos por parte de siete ediles de la franja opositora sobre la calidad del servicio que presta el privado, la decisión para la continuidad obtuvo 12 votos a favor: cuatro del bloque Unión PRO; uno de Osvaldo Miatello, de Encuentro por Rosario, y siete de los ediles socialistas y aliados. En tanto, se abstuvo de votar Diego Giuliano.
Tal como se preveía desde que el pedido del Ejecutivo para prolongar la licencia a Bermúdez tuvo despacho favorable el lunes pasado en la comisión de Servicios Públicos, los colectivos amarillos seguirán circulando por la ciudad tal como ocurrió hasta ahora.
La discusión en el recinto fue ardua y prolongada, en especial por quienes se negaron a dar el visto bueno a la continuidad de la licencia de la única empresa totalmente privada de transporte en la ciudad. En este sentido, Roberto Sukerman y Norma López, del Frente para la Victoria, defendieron férreamente su propuesta para que el servicio pase a manos del Estado municipal.
Otro de los que se expresó totalmente en desacuerdo con la continuidad fue Héctor Cavallero, del Partido Progreso Social (PPS), quien recordó que Rosario Bus hizo perder cifras millonarias al Estado cuando dañó redes eléctricas, entre otras cosas.
Fernanda Gigliani, del bloque Iniciativa Popular, votó en contra pero arrojó una propuesta innovadora para que todas las empresas de transporte tengan más del 51 por ciento de capitales estatales y el resto acciones de inversores privados. En tanto, el radical Jorge Boasso volvió a ser duro contra Bermúdez y no le dio su visto bueno a la prórroga.
Tampoco lo hizo el peronista Carlos Cossia. Los votos afirmativos fueron de Roy López Molina, María Julia Bonifacio, Carlos Cardozo y Alejandro Roselló del PRO (Anita Martínez faltó a la sesión) y los socialistas y aliados Miguel Ángel Cappiello, Manuel Sciutto, Viviana Foresi, Carlos Comi, Aldo Pedro Poy, Miguel Zamarini y Sebastián Chale.
Distinguen a científicos
El Concejo Municipal distinguirá hoy a las 11 en el recinto de sesiones del Palacio Vasallo, de Córdoba 501, a un grupo de profesionales de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) y el Centro Internacional Franco Argentino de Ciencias de la Información y de Sistemas (Cifasis) por su investigación “Manejo eficiente de tecnologías para diabetes” que trabaja en pos de la creación de un páncreas artificial, nota que El Ciudadano reflejó oportunamente.
El equipo interdisciplinario es liderado en el área por Marta Basualdo y Pablo Arias, quienes actualmente gestionan un financiamiento para profundizar la investigación en la Universidad de Virginia, Estados Unidos. De concretarse el proyecto, mejoraría la calidad de vida de miles de afectados por la diabetes en el mundo.
El reemplazo de los areneros se quedó sin apoyo y volverá a tratarse en comisión
El proyecto del concejal Carlos Cossia para eliminar los areneros de la ciudad y reemplazarlos por espacios rellenos con material de caucho o goma, de modo que no sean “focos potenciales de transmisión de enfermedades para los más pequeños”, naufragó antes de que llegara al recinto de sesiones, donde supuestamente se iba a tratar y a aprobar después de que el martes recibiera despacho favorable en la comisión de Salud.
No terminó de quedar claro si fue un cambio abrupto de opinión de los ediles que decidieron acompañar la iniciativa del veterinario –entre ellos el socialista Miguel Ángel Cappielo–, pero de manera sorpresiva el escrito se quedó sin el aval de la mayoría necesaria para ser debatido en la sesión ordinaria.
Desde la secretaría de la comisión de Salud informaron ayer a este medio, de manera un tanto confusa, que el proyecto de Cossia “no tuvo el acompañamiento suficiente” y, por lo tanto, “no obtuvo despacho”, de modo que será tratado nuevamente el próximo martes en la reunión de trabajo.
En discordia
Cossia expresó a El Ciudadano, después de conocerse que su propuesta había tenido el visto bueno en la comisión de Salud –lo que luego se descartó– que “los areneros son un cajón, cuya humedad mantiene la proliferación de parásitos y bacterias, convirtiéndolo en un medio de cultivo”. Por ello, aseguró que “ante esta catarata de riesgos no hay otra alternativa que pedir su clausura”.
No obstante, el veterinario había explicado que como los areneros tienen fines lúdicos, una de las opciones planteadas para conservar el espacio como tal es reemplazar la arena por un piso de caucho, como lo tiene la plaza López, de Pellegrini y Laprida, o por tierra, ya que es un elemento menos contaminante que la arena y “capta menos la atracción de los animales”, en especial de los gatos, a la hora de orinar.
Al conocerse públicamente la propuesta de Cossia, la directora del Instituto de Salud Animal, Diana Bonifacio, discrepó con el edil y sostuvo que “existen otras propuestas para evitar que perros y gatos hagan sus deposiciones, como lo son “cercar los areneros o hacer baños para mascotas en lugares de paseo”. Sin embargo, la ordenanza para cercar estos lugares data de casi veinte años y pocos son los que cuentan con rejas o vallado en la ciudad.
Bonifacio defendió la continuidad de areneros y aseguró que desde la Facultad de Ciencias Veterinarias se dictaron cursos a las maestras de jardines infantes para que puedan “aprender a manejar un arenero amigable y sin peligros desde la prevención”.
Finalmente, la funcionaria expresó oportunamente a Rosario3.com: “Debemos actuar fuertemente en la prevención de la zoonosis”.
Bonifacio integró el equipo docente de la cátedra de “Parasitología veterinaria: enfermedades parasitarias” en calidad de ayudante, y en 2010 un grupo de expertos de la casa de altos estudios de Casilda, entre los que se encontraba la titular del Imusa, participó del XIX Encuentro Rioplatense de Veterinarios Endoparasitólogos, razón por la cual Cossia recordó ayer con ironía que Bonifacio “no puede desconocer hoy el riesgo de contaminación en areneros de las deposiciones de perros y gatos”.
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