La fuga de Juan Domingo Ramírez, un presunto lugarteniente de la banda de Los Monos que recientemente fue condenado –a través de un polémico juicio abreviado– a tres años y medio de prisión como miembro de una asociación ilícita liderada por la familia Canteros, derivó en dos causas penales. En enero de 2014, luego de 9 horas detenido, Ramírez se transformó en un escapista y desapareció del interior de la Jefatura de Policía. Esta evasión derivó en dos causa penales, una por la fuga y otra por una presunta extorsión a la mujer de Ramírez a cambio de la libertad del detenido. En esta última, uno de los integrantes de la División Judiciales quedó vinculado a la causa y fue procesado.
Ayer, la Cámara Penal ratificó la prisión preventiva dictada contra el policía Germán Almirón y fijó un plazo de 45 días para que la Fiscalía defina el interés persecutorio que tiene sobre el uniformado caído en desgracia y sobre otros implicados, entre ellos quien fuera su jefe.
Germán Almirón perteneció a la cuestionada División Judiciales a cargo de la investigación policial que derivó en la Megacausa Los Monos. En enero de 2014 Ramírez fue detenido y trasladado a las oficinas de la División aunque su encierro sólo duró 9 horas. La versión oficial fue que Ramírez golpeó a un efectivo, se zafó de las esposas y escapó de la Jefatura. Por la fuga, varios policías fueron imputados aunque todos quedaron desvinculados. Poco después, la mujer de Ramírez denuncio que fue extorsionada por uniformados que le solicitaron dinero a cambio de la libertad de su pareja.
En esta última denuncia, Almirón quedó vinculado y en julio del año pasado fue procesado por el delito de extorsión por la jueza Alejandra Rodenas. En aquella oportunidad, la magistrada dispuso además la indagatoria de Luis Quevertoque, jefe de la Brigada Operativa de la División Judiciales, por el delito de favorecimiento doloso de evasión y por la violación de los deberes de funcionario público. Poco después, la causa fue acumulada a su par Juan Carlos Vienna, que imputo a su ex ayudante por incumplimiento de deberes y hasta el momento su situación procesal no fue resuelta.
Otro punto que quedó en el tintero es un pedido del fallecido fiscal de la causa Esteban Franichevich, por el que requirió la indagatoria de la mujer de Ramírez por falsa denuncia y cohecho. Planteo que en principio no tuvo una resolución judicial. Ayer además de la libertad de Almirón se plantearon todas estas situaciones. El defensor del policía, José Nanni, cuestionó el encuadre legal y sostuvo que no se dan los requisitos para subsumir el hecho en una extorsión y planteó la discusión en torno a un cohecho lo que disminuye notablemente la escala penal de 5 años como mínimo en una extorsión a una pena condicional en el otro caso. A su vez, hizo referencia a la denunciante, sostuvo que no existió la posibilidad de que sufriera un mal grave e inminente y detalló la existencia de contradicciones en sus declaraciones y también con los dichos de su madre –que acompañó a la mujer durante la presunta extorsión– a lo que agregó que el fiscal Franichevich solicitó la detención e imputación de la mujer.
A su turno el camarista Alfredo Ivaldi Artacho resolvió confirmar la prisión preventiva dictada a Almirón al entender que existe peligrosidad procesal y agregó que es importante que la Fiscalía cierre su posición respecto al resto del proceso. El magistrado no dejó de lado los diversos trámites que hubo en la causa luego del procesamiento, los que tildó de dilatores. Ivaldi sostuvo que todas estas situaciones contribuyeron al retardo en la resolución del caso y evitaron una rápida respuesta no solo a las víctimas sino también a la sociedad y al propio imputado que se encuentra detenido desde el 6 de febrero de 2014. El juez fijó un plazo de 45 días para que la fiscalía formule el requerimiento que considere, lo que hizo extensivo no sólo a Almirón sino también al resto de las personas vinculadas, es decir a Quevertoque y la mujer de Ramírez.
Comentarios