Este año, el famoso “Cruce del Río” no se llevará adelante en la ciudad. Es por disposición de Prefectura Rosario, que consideró necesario tomar una medida de seguridad de esta índole visto el importante crecimiento de la navegación comercial y deportiva en este último año. El Sindicato de Guardavidas acompañó la medida, considerando que “al no haber protocolo de cruce, no se garantiza la seguridad en el río”. Sin embargo, a pesar de la mala noticia, aquellos nadadores que se han entrenado a lo largo del año para cruzar no se quedarán sin su bautismo de aguas abiertas en el Paraná: la alternativa al cruce serán las travesías –nadar en paralelo a la costa– , de distintas distancias según el grupo y la organización lo solicite. Esas actividades comenzaron ayer y durarán hasta fin de año (ver aparte).
Tal como confirmó Jorge Boladeres, prefecto principal de Rosario, “es por cuestión de seguridad” que no se hace mas el cruce. “La navegación, tanto comercial como deportiva, creció entre un 30 y 40 por ciento con respecto al año pasado”, explicó. El jefe de Prefectura marcó que ningún tráfico puede cortarse en el Paraná. Y hasta el año pasado, los horarios del cruce se organizaban en función del paso de los buques cargueros, pero ahora ni eso se puede hacer, porque lanchas, motos, y cualquier embarcación deportiva copa el río cualquier día a cualquier hora. Pero además, desde el Sindicato de Guardavidas, su secretario general, Ricardo Naillio, explicó y aclaró que el río es, fundamentalmente, “para la navegación”, que las embarcaciones son muy difíciles de controlar y que por ende, nadar es más seguro en paralelo a la costa.
Vista la actual situación, el cruce del Paraná tuvo que sacrificarse. Ahora se harán travesías: un recorrido tipo de aproximadamente 1.200 metros, algunos más, algunos menos, en paralelo a la costa. Tres lugares fueron los elegidos por Prefectura para largar: la altura del Puente Rosario Victoria, la altura del balneario municipal y la parte de atrás del Banquito San Andrés. Para Rolando Dal Lago, director de Recreación y Deportes de la Municipalidad de Rosario, hay que “priorizar la seguridad, la tolerancia y la convivencia de todos los actores del río”.
La tragedia, un antecedente
Cabe destacar que la decisión también está directamente relacionada al reciente procesamiento del prefecto de Misiones Jorge Lezcano por la muerte de ocho deportistas que intentaban cruzar el Paraná en el año 2010. Tras la tragedia y la sentencia, las cosas tuvieron que cambiar. “Nosotros somos los que siempre se encargan de la seguridad en los cruces de río. Y tras la consulta de Prefectura, le dijimos lo que vemos desde arriba de la lancha: que el río está más ancho, que cada vez hay más escuelas de natación y que muchos cruzan con buenas intenciones, pero que también se comercializa con esta actividad”, explico Naillio. Los guardavidas no son fatalistas, y mantienen la esperanza de que el cruce vuelva pero con las medidas de seguridad necesarias. La propuesta de ellos es que es necesario crear un protocolo de cruce, de ambientalización en el río y también un sistema de emergencia y seguridad adecuado para la actividad.
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