La Justicia Laboral de Rosario rechazó este lunes el recurso de amparo que había interpuesto la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) con el fin proteger la fábrica de llantas Mefro Wheels a través de un blindaje judicial. La medida apuntaba a impedir el vaciamiento de la empresa –que el gremio viene denunciando desde hace seis meses– y garantizar la continuidad de sus 170 fuentes de trabajo. Sin embargo, la titular del Juzgado Laboral Nº 3, María Silvia Alberti, se declaró incompetente y derivó la resolución del conflicto al Ministerio de Trabajo provincial. La decisión fue apelada por el gremio, desde donde afirmaron que hoy la fábrica funciona de manera autogestiva a la espera de que aparezca la empresa alemana dueña de las acciones.
“Este fallo nos quita el derecho como entidad gremial de peticionar a una autoridad judicial. Es un desatino jurídico. Pero, además, necesitamos el amparo urgente porque no tenemos ninguna garantía de la fábrica”, sostuvo Pablo Cerra, abogado de la UOM.
El amparo judicial fue presentado el pasado 17 de enero y este lunes se conoció la decisión de la jueza Alberti, quien consideró que el ámbito para resolver el conflicto en la firma de Ovidio Lagos al 4400 es la cartera laboral provincial, a partir de la conciliación obligatoria.
El abogado Cerra confirmó a El Ciudadano, que apelaron la medida apenas fueron notificados de la resolución: “Consideramos que el rechazo es extemporáneo porque debía realizarse en los dos días posteriores a la presentación. Pero, sobre todo, es desatinado y no sujeto a derecho, porque consideramos que el caso es judiciable: si esto fuera competencia del Ministerio de Trabajo lo hubiésemos resuelto ahí”.
Para la UOM el amparo buscaba que la Justicia Laboral disponga un blindaje que evitara el vaciamiento de la planta: “Actualmente los trabajadores están sin garantías de nada porque no hay empresa, se están autogestionando. Un respaldo de la Justicia es muy necesario”, marcó Cerra.
El 2 de enero los trabajadores de la fábrica de llantas Mefro Wheels fueron desafectados de sus tareas. Los 170 empleados de la firma alemana se anoticiaron de la situación al llegar a la planta, cuando el gerente general les informó que no podían ingresar porque no había materias primas para trabajar. Desde ese día decidieron actuar con cautela y, sin medidas de fuerza, custodiaron la puerta de la empresa día y noche con el fin de que nadie se lleve las maquinarias, únicas garantías de la continuidad laboral.
El cese de actividades se dio en el marco del reciente traspaso de la compañía a las manos de una empresa, también alemana, dedicada a reestructuración financiera y que, incluso, fue asociada con los fondos buitre.
El 12 de enero, diez días después de estar afuera de la planta, los trabajadores acordaron en el Ministerio de Trabajo volver a trabajar, dejando de lado la deuda salarial de la segunda quincena de diciembre. El dinero con el que debía hacerse este pago fue destinado a la compra de materias primas producir.
Además, en la audiencia el gobierno provincial y el gremio propusieron entregar una suma de 5 mil pesos a cada trabajador (4 mil por parte de los ministerios de Producción y Trabajo y mil por la UOM). “Los trabajadores sacrificamos nuestro sueldo para poner la planta en funcionamiento”, explicó en su momento el delegado gremial Miguel Valentino. Desde ese día, la fábrica funciona en una especie de autogestión, a la espera de que los representantes de la firma alemana tomen el mando.
En este sentido, hace dos semanas se concretó una reunión con el embajador alemán en Argentina con el fin de que interceda en las negociaciones con los empresarios de su país, hasta ahora fantasmas. “La reunión fue muy productiva. Si bien el embajador dejó en claro que no representa a las empresas sino a los alemanes, está gestionando una reunión para el martes que viene con los nuevos accionistas”, marcó la UOM.
Comentarios