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Primero las inferiores

Mackey: “Por el momento soy sólo parte del relato”

Arrancó la era Mackey en Newell’s. Y al recorrer Bella Vista está claro que algo cambió. Obviamente los resultados demorarán y ahí se sabrá si el sistema funcionó o no, como dice el propio director deportivo leproso “hoy en Newell’s todavía soy parte de un relato y no de una realidad”.


Arrancó la era Mackey en Newell’s. Y al recorrer Bella Vista está claro que algo cambió. Obviamente los resultados demorarán y ahí se sabrá si el sistema funcionó o no, como dice el propio director deportivo leproso “hoy en Newell’s todavía soy parte de un relato y no de una realidad”.

“Vengo con una gran ilusión. Volver a trabajar en mi ciudad en un club grande cómo Newell’s es un gran desafío. En especial en lo personal porque tengo que hacer mejor algo que ya hice bien en otro deporte y creo que en el fútbol es posible hacerlo”, señala Mackey.

—Se habla mucho del método Mackey, ¿qué tiene de distinto?

—Yo siempre lo pensé como un sistema educativo. Para mí las inferiores deben ser eso, un lugar para educar y formar. Cuando uno habla de alto rendimiento tiene que enseñarle a los chicos de qué se trata ser un deportista de alto rendimiento. No alcanza sólo con el momento exclusivo de patear una pelota. Bella Vista tiene que ser un lugar que te prepare para la vida. Y ojalá tu vida te la puedas ganar jugando al fútbol. Pero nuestra responsabilidad es formarlos. Después, si juegan al fútbol y en la primera de Newell’s mejor todavía.

—¿Encontraste mucha resistencia al llegar?

—Sí, fue distinto a cuando empezamos a desarrollar este programa en la UAR. Las dificultades tienen que ver más con lo interno que con lo externo. Cuando llegué, lo primero que me dijeron muchos es que el sistema no se podía implementar en fútbol. Y hoy lo estamos haciendo. Ahora nos toca el desafío del resultado.

—¿Te condiciona mucho el resultado?

—La duda del resultado está presente todos los días. Sabemos cómo queremos entrenar y cómo queremos jugar, y tenemos claro que nos tienen en observación permanente. A medida que los chicos vean que lo que le proponemos les permite mejorar, se irán convenciendo de nuestra propuesta. La clave para mí es la coherencia. Mantener una línea entre lo que uno dice y lo que hace. Si lo que decís, lo hacés, todos van a creer.

—No hay dudas que tu sistema dio resultados en Duendes y en Los Pumas, ¿tu desafío es poder aplicarlo en el fútbol?

—Yo compito con hacer mejor lo que ya hice. Puedo evaluar a los que estuvieron antes, pero esa evaluación me la quedo para mí. Mi evaluación personal es hacer mejor lo que yo ya sé que hice bien.

—¿Se pueden poner plazos para los primeros resultados?

—Siento mucho apoyo de la dirigencia y entiendo que es porque ellos ven que queremos hacer algo que va a mejorar al club. Los tiempos son difíciles de establecer. Yo trato todos los días de ser mejor. Imagino que a medida que vayan pasando algunas etapas que establecimos para evaluar si hay progreso o no, los resultados irán apareciendo. Van a aparecer jugadores para jugar en Primera, no puedo decir si en seis meses, un año o dos… ojalá sea lo antes posible.

—Se dice que implementar esto en el rugby se puede por el poder adquisitivo de los jugadores, distinto al del fútbol…

—Están equivocados. Cuando escucho ‘esto no se puede hace porque son chicos de bajos recursos’, le respondo que el agua se la damos gratis, que una manzana o una barrita de cereal es más barata que una hamburguesa. Cuando se subestima tanto a los chicos a mí me hace ruido. Por eso yo insisto que en inferiores somos formadores, entrenador es sólo el de primera. Y cuando me dicen que los jugadores no entienden, yo creo que también debemos plantearnos si realmente estamos explicándoles bien. No creo que un chico por ser de menor recurso económico sea estúpido. Si vos le das una buena educación, ellos van a saber identificar lo que les hace bien y lo que les hace mal. Lo que no debemos renunciar nunca es en educar a los chicos, independientemente de su situación económica o social. Yo no me resigno.

—¿Creés que el sistema se puede aplicar en primera?

—Nosotros por el momento somos parte de un relato, en la cancha no demostramos nada. Hoy no sé si tengo el deseo de que esto se lleve a cabo en primera. Y si eso sucede, me gustaría que sea por la elección a partir de ver que lo que hicimos funciona. Si hoy planteáramos implementar el sistema para la primera división seríamos unos maleducados.

—¿Qué te genera cuando Eduardo Bermúdez te compara con Marcelo Bielsa?

—Me da es orgullo. Está bueno que te comparen con gente que trabaja bien. Si es por mi obsesión por el trabajo, por mejorar a diario lo que uno hace, me encanta, me marca que voy por el camino correcto. Yo tengo varios referentes en mi vida y Bielsa es uno de ellos. Y no sólo por los éxitos deportivos, sino más bien por lo que trasmite. Desde los logros está muy claro que no soy comparable. Está bueno que Eduardo confíe tanto en mí, pero Bielsa es una realidad y yo todavía soy un relato.

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