La zona de Casilda y Teniente Agneta de barrio Ludueña se convirtió en las últimas horas en una suerte de lejano oeste, con balaceras a toda hora en busca de venganza. La espiral de violencia comenzó el miércoles al mediodía con el homicidio de un joven de 20 años que recibió tres plomos mortales en el pecho en la puerta de una humilde vivienda, donde moraba el sindicado asesino junto con sus tres hijos pequeños, ubicada al fondo de un terreno junto a una construcción de ladrillo hueco. Momentos después, un grupo de vecinos enfurecidos arrasó con ambas edificaciones, una de las cuales señalaron como un búnker, que quedaron en ruinas, mientras periodistas e investigadoresestaban en el lugar. Cuando empezó a oscurecer, una nueva balacera dejó a tres jóvenes heridos, de entre 20 y 26 años, ataque que le atribuyen a dos hermanos del joven asesinado y que desdibuja la delgada línea que a veces divide a víctimas y victimarios en las zonas vulnerables. La Policía buscaba a tres sospechosos integrantes de los dos bandos en conflicto.
Fuentes policiales informaron que por el crimen de Damián Gómez se busca a Gabriel C., un boxeador al que vecinos sindicaron como el autor de los tres disparos que terminaron con la vida del joven de 20 años. Las versiones sobre el móvil del ataque son contradictorias, ya que algunas fuentes dicen que se trató de un ajuste de cuentas relacionado con la venta de estupefacientes y otras mencionan que el conflicto se desató porque el joven ultimado había entrado a robar a la vivienda del imputado.
En relación con los ataques posteriores, están sospechados dos hermanos de Gómez, a quienes se acusa de protagonizar la balacera que cerca de las 19 del miércoles provocó tres nuevas víctimas. Se trata de Brian B., de 20 años, quien recibió un disparo en la cabeza, y Joana M., de 26, herida de bala en una pierna. Ambos se encontraban en Casilda y Teniente Agneta cuando dos motociclistas abrieron fuego, y fueron trasladados al hospital de Emergencias Clemente Álvarez por efectivos de la Policía de Acción Táctica (PAT); quedaron internados en estado reservado. Momentos después y por sus propios medios, Ramón M., de 22, llegó al mismo centro asistencial con un disparo en la pierna y dijo a los uniformados haber quedado en medio de un enfrentamiento entre bandas en la zona de Casilda al 5600.
“No es un traficante”
Una fuente allegada a Gabriel C., el hombre buscado como autor de los disparos que terminaron con la vida de Gómez, dijo a El Ciudadano que “no es ningún traficante” en respuesta a lo publicado ayer por medios de prensa. Al respecto refirió que Gabriel es muy conocido en el barrio por ocuparse tiempo completo a sus tres hijos menores y que se gana la vida con algunas changas, pero que sobre todo se dedica al boxeo. “Es padre y madre a la vez. Tiene dos nenas y un varón y todos lo conocen porque anda con las criaturas para todos lados. Nos duele mucho que lo tilden de traficante. Hace changas y es profesor de boxeo en el club Edison”, dijo la fuente para agregar que Gómez tenía una hija pequeña con la hermana del imputado, sin hacer referencia a lo ocurrido el miércoles pasado.
Todos los hechos ocurrieron en jurisdicción de la seccional 12ª y son investigados por el fiscal de Homicidios Dolosos, Adrián Spelta.
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