Ante el fracaso de la tercera Conciliación Obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo santafesino, la Federación de Sindicatos de Trabajadores Municipales de Santa Fe (Festram), solicitó al gobernador Miguel Lifschitz que su “directa intervención en el conflicto social, político e institucional al que el jefe comunal (Javier Meyer) ha sometido a la sociedad para doblegar a los trabajadores en ejercicio del derecho constitucional de huelga, poniendo en riesgo la vida y la seguridad de las personas”.
Además, la Federación convocó a un plenario de secretarios generales, para delinear las acciones sindicales a seguir en toda la provincia frente al conflicto gremial que ingresa a su cuarto mes. “Lamentablemente, ni la crisis hídrica que afecta a miles de santafesinos ha pesado en la responsabilidad del intendente para buscar una tregua al conflicto que nos afecta”, indicaron a través de un comunicado.
Según Festram, “incendios intencionales, amenazas de muerte a trabajadores y familiares, provocaciones con personas armadas, ruptura de instalaciones de provisión de agua potable, incitación a sus partidarios a generar el violento desalojo de los trabajadores, listas negras, insultos, agresiones verbales, violencia de género, amenazas físicas a integrantes del Concejo Municipal, componen un clima donde la negociación y el diálogo son clausurados por un funcionario público que a todas luces se encuentra fuera de sus cabales”.
Además, remarcaron que Gendarmería, “en un acto de abierta violación a la autonomía de la provincia, ha copado el edificio municipal, generando la protección del gobierno de (Mauricio9 Macri a este estado de impunidad de un funcionario público que de manera irracional lleva delante una política de ajuste, amenazando con la pérdida de la estabilidad laboral, reducciones salariales y sometimiento económico violentando el derecho alimentario de niños y jóvenes de nuestros compañeros”.
Según señaló Leonardo Panozzo, secretario de Trabajo de la provincia a Renacer Regional, las negociaciones estuvieron a punto de llegar a un acuerdo, pero cuando estaban a punto de firmar el acto, un pedido del intendente Meyer hizo zozobrar el acuerdo.
El funcionario santafesino explicó que el intendente aceptó en principio acatar la conciliación obligatoria, mientras que los representantes de Festram aceptaban no cobrar los adicionales (origen del conflicto) y se creaba una comisión para estudiar caso por caso.
Pero cuando estaban a punto de firmar el acta, Meyer dijo que iba a pagar el presentismo y que los días de huelga debían ser devueltos mediante horas extras. Ante esto, los delegados de Festram remarcaron que no iban a aceptar dicha imposición ya que de hacerlo se iba en contra de un derecho constitucional, como lo es el derecho a huelga, por lo que se levantaron y se marcharon.
De esta manera, el conflicto pasa a un forzado cuarto intermedio. La conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo santafesino vence este jueves 21.
Comentarios