“Ya hay más de 4 mil instituciones y más de un millón de estudiantes de educación técnica”, se entusiasmó el ministro de Educación, Alberto Sileoni, al recordar el aniversario por los diez años de la sanción de la ley de Educación Técnica que se cumplió la semana pasada. La norma, que lleva el número 26.058, regula y ordena la enseñanza técnica en el nivel medio y superior no universitario.
“La conmemoración de los diez años transcurridos desde la sanción de la ley de Educación Técnico Profesional es una nueva oportunidad para resaltar la recuperación de las escuelas argentinas en la última década, en el marco de un proyecto nacional enraizado en la soberanía política, la independencia económica y la justicia social”, proclamó el ministro.
Sileoni aseguró también que en ese lapso se duplicó la cantidad de chicas y mujeres que estudian carreras técnicas. “Tenemos el privilegio de ser actores de una época en la que los argentinos hemos acuñado una nueva comprensión social respecto de la educación: la educación como derecho de todos y todas. Para ejercer ese derecho, muchos jóvenes y adultos eligen nuestras escuelas técnicas, institutos técnicos superiores y centros de formación profesional. Esa elección nos produce mucho orgullo”.
La sanción de la ley 26.058 en 2005 posibilitó la mejora edilicia, la recuperación de talleres y laboratorios y la actualización de planes, programas y prácticas docentes en carreras que se habían dejado de lado en coincidencia con la apertura de importaciones y el cierre de empresas nacionales en el rubro en la década de 1990.
Para Sileoni, la recuperación de lo técnico a nivel sociedad “inauguró un proceso de intensificación de la calidad educativa” orientado por la Nación desde su cartera educativa, pero también compartido por las provincias y concretado por las propias instituciones educativas.
La matrícula de la educación técnico profesional en Argentina creció en el período 2003-2013 un 25 por ciento, según el Instituto Nacional de Educación Tecnológica (Inet), organismo del Ministerio de Educación que tiene a su cargo la coordinación de la aplicación de las políticas públicas para el desarrollo de esta modalidad. Así, 1.108.649 estudiantes concurren a 4.404 instituciones especializadas en todo el país.
En 2003, la matrícula era de 881.688 y había unos 2 mil establecimientos educativos menos.
Pero, a la par, Sileoni destacó que el aumento en la cantidad de estudiantes en la escuela técnica vino acompañado de un incremento en la proporción de estudiantes mujeres: en total, casi 500 mil se encuentran matriculadas en la actualidad, entre institutos de niveles de secundario técnico, superior técnico y formación docente.
Mientras en 2003 había 103.019 mujeres en la secundaria técnica, en la actualidad se llegó casi a duplicar: son 197.418 alumnas. De ellas, 129.331 chicas cursan técnica industrial, 39.474 asisten a agrotécnicas y 28.479 a materias de orientación servicios.
Esta tendencia se hizo extensiva a los niveles superior técnico y formación profesional, en los cuales se registra una matrícula femenina de 111.416 y 180.333, respectivamente.
“A finales de 2015 habremos invertido unos 7.500 millones de pesos desde la entrada en vigencia de ley, posibilitando así la mejora edilicia, la actualización del equipamiento para talleres, laboratorios y espacios productivos, la participación de estudiantes en muestras, ferias y eventos nacionales e internacionales, y la actualización de planes, programas y prácticas docentes”, destacó por su parte el director ejecutivo del Inet, Eduardo Aragundi.
El directivo destacó, en esa línea “el diálogo y el trabajo concertado permanente” con los sectores socioproductivos, los gremios docentes y no docentes, y con las organizaciones sociales: “Han sido norte en nuestro modo de cumplir con la ley y nuestro modo de llevar adelante las políticas impulsadas desde el Poder Ejecutivo para la técnica”.
Comentarios