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Ciencia y Tecnología

“La implantología fue una revolución en la odontología”

Roberto Lenarduzzi, presidente de la Escuela de Posgrado del Círculo Odontológico, explica los avances en el rubro.


Roberto Lenarduzzi es odontólogo, egresado de la Facultad de Odontología de la UNR, y docente. En la actualidad es el presidente de la Escuela de Postgrado del Círculo Odontológico Rosario y con actividad docente en la Universidad Maimónides de Buenos Aires. Cuando se lo interroga sobre el curso que comenzará a dictar en el Colegio de Odontólogos para sus colegas, en su mayoría odontólogos generales, explica que “se trata de un curso enmarcado en el Programa de Educación Continua que tiene el Colegio para sus colegiados. En el mismo voy a referirme a mi tema, “la implantología hoy en Rosario”. Le transferiré nuestras experiencias y les mostraré algunas cosas nuevas que estamos haciendo conjuntamente con mi grupo, como la utilización de la “visión ampliada”, y la endoscopía, que es lo último que estamos haciendo en la especialidad”.

—¿Qué evaluación hace de este ciclo de conferencias que organiza el Colegio de Odontólogos de la 2ª Circunscripción?

—Se trata de un ciclo beneficioso que les aporta a los odontólogos generales una información actualizada. En el caso del tema de mi especialidad, la implantología, les brinda herramientas que permite volcarles a sus pacientes la orientación para que obtengan el tratamiento adecuado, ofreciéndoles distintas alternativas. Por otro lado, nos da la posibilidad a nosotros, al grupo de docentes que estamos trabajando, el poder llevarles a los odontólogos lo que hemos aprendido en estos últimos años. Podemos volcar nuestra experiencia y el conocimiento que hemos ido adquiriendo, en estos años, en el campo, y en congresos y cursos de la especialidad.

—Hace treinta años se comenzaron a hacer implantes en nuestro medio, ¿qué balance puede hacer?

—La implantología revolucionó la odontología. Nos ayudó a introducir cambios en distintos aspectos que unos años antes eran impensados. Hizo aportes notables a la ortodoncia, a la periodoncia, a la prótesis; y permitió alcanzar el sueño que muchos odontólogos tuvieron durante mucho tiempo, entre los que me incluyo, porque pertenezco a una generación que vivió su advenimiento. Hubo generaciones anteriores que no pudieron tener el privilegio que nosotros tuvimos: ser parte de los dos períodos históricos del progreso de la odontología. A partir de la implantología pudimos colocar piezas fijas en los maxilares, en lugar y en reemplazo de las piezas propias. Hasta la llegada de los implantes, a esas piezas sólo se las sustituía por prótesis móviles. En el país, los primeros implantes se comenzaron a hacer en el año 1986, cuando cursaba los últimos años de la carrera. Que fue cuando me acerqué porque intuía que podría traer cambios radicales en la odontología.

—¿Qué tipo de pacientes se benefician con los implantes?

—Todo paciente que ha perdido una pieza dentaria y que tenga su crecimiento óseo consolidado. Los que más se benefician son los adultos mayores. En lo personal puedo decirle que las satisfacciones más grandes que he tenido son con pacientes sexagenarios y de mayor edad también. Son quienes han recuperado la confianza.

—La pérdida de masa ósea en sus maxilares, ¿es un impedimento para los pacientes mayores?

—En la actualidad, disponemos de muchas técnicas para enfrentar con éxito lo que en un principio fue un obstáculo. Hoy no existe el paciente a quien no le podamos hacer un implante. Existen técnicas que permiten regenerar el hueso; forman hueso nuevo o se le injerta al paciente hueso para que pueda generar un nuevo terreno donde colocarle los implantes.

—¿El avance en la tecnología de los materiales, les ha brindado a ustedes mayores posibilidades?

—Sí. Seguramente. Han ido evolucionando desde su inicio. En los últimos diez años lo que más ha avanzado es la informática y eso nos ha beneficiado, hasta tal punto que hoy podemos hacer escaneos de boca o de sus partes; trabajar con tres dimensiones, diseñar en una computadora para que ese modelo computarizado se pase a una fresadora que ejecuta la pieza que necesitamos. Hoy podemos hacer una corona en una hora. Antes no sólo nos llevaba más tiempo sino que era artesanal, a fuerza de arte y manualidad. Hoy no sólo es más sencillo conociendo la tecnología, sino que hemos ganado en precisión y cuidado. Y, por supuesto, hemos ganado tiempo.

“Actualizarnos es una vocación que nos enorgullece”

Raúl Allín, presidente del Colegio de Odontólogos de la Provincia de Santa Fe, 2a Circunscripción, se refirió al Programa de Educación Continua y que ofrecen a sus colegiados, cuidando que la capacitación de los odontólogos se vuelque a la comunidad.
Los cambios acelerados de la ciencia y la tecnología han promovido que los conocimientos se vuelvan obsoletos rápidamente. En todas las disciplinas, la educación continua ha venido a ser una de las mejores opciones, para que la sociedad se mantenga al día ante la aparición de conocimientos nuevos. Como se sabe, desde hace una década, el conocimiento científico se duplica cada cinco años.

La odontología no es una excepción, y dado su avance ininterrumpido, tanto en la prevención como en el tratamiento de la enfermedad bucal, el profesional debe mantenerse actualizado; para lo cual la educación continua es uno de los métodos más eficaces, en la que convergen la actualización y la adquisición del conocimiento teórico que luego se aplica en la práctica profesional. Con esto no sólo se beneficia el odontólogo, sino, además del paciente, la sociedad y el Estado.

Para estar a la altura de las circunstancias y alcanzar sus objetivos, el Colegio de Odontólogos de la Provincia de Santa Fe 2ª Circunscripción promueve y organiza cursos, en el marco de su Programa de Educación Continua, como lo viene haciendo en los últimos años. Los mismos son de carácter gratuito y se dictan en la sede del Colegio como también en las distintas Asociaciones Odontológicas del interior.

El Colegio de Odontólogos de la provincia de Santa Fe 2ª Circunscripción invita a reconocidos profesionales a desarrollar y exponer conferencias–charlas abiertas a todos los matriculados, con una carga horaria de 6 horas de duración como mínimo, para que los colegiados puedan actualizarse en cada una de las subespecialidades de la odontología; y, de este modo, cumplir con el Programa de Educación Continua que es uno de los objetivos prioritarios del Colegio.

“La tarea del Colegio es estar al lado de sus colegiados ayudándolos a seleccionar sitios en la web y a acceder a bibliografía con respaldo científico. Recurrimos y acompañamos a nuestros colegas hacia una Odontología Basada en la Evidencia. De esos trabajos se nutren nuestros invitados docentes”, afirma el odontólogo Raúl Allín, Presidente del Colegio y agrega: “Hemos recurrido a la Educación Continua como un mecanismo para cumplir un fin filosófico que se sostiene en la ética. A través de la misma, se actualizan conocimientos de modo sistemático, programado y organizado, un modo de acompañar a los profesionales poniéndolos en contacto con quienes son profesionales destacados en cada una de las especialidades odontológicas.

Este encuentro entre quienes pueden transferir conocimientos, y los profesionales que los reciben, redundará en el beneficio de comunidad”, sostiene Allín, quien se explaya explicando que “la autoexigencia en la capacitación tiene su raíz en la Declaración de París de la Federación Dental Internacional (FDI), sobre Principios Internacionales de la Ética para la Profesión Dental, donde se menciona, entre los principios éticos para con la sociedad toda, que “el odontólogo debe mantener al día sus conocimientos y habilidades por medio de la Educación Continua”.

“Un reconocido dirigente de nuestro Colegio, –sostiene Raúl Allín– suele decir que hoy se concibe a la Educación Continua ‘como el conjunto de experiencias que siguen a la formación inicial, y que permiten al profesional de la salud, mantener, aumentar y mejorar sus competencias’, por lo tanto, es un deber ético”, subraya Allín. “Nuestro Colegio, el año pasado, fue impulsor de esta propuesta ante la Federación Argentina de Colegios de Odontólogos, la que fue compartida por todos los colegios del país. En esa reunión se aprobaron tres resoluciones: ofrecer a los colegiados programas de Educación Continua; enumerar requisitos mínimos para las entidades que serán reconocidas como válidas; y, tercero, que los profesionales odontólogos, tanto dictantes como cursantes de los Programas de Educación Continua se registren en el Colegio,en el sitio www.odontologossantafe2.org.ar, allí se podrá ver la lista de los colegas que cumplen, cada cuatro años, con el compromiso de acceder a la Matrícula Certificada y Re-Certificada. Actualizarnos es una vocación que nos enorgullece”, concluye Raúl Allín.

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