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En una década, 10 millones de desterrados lograron regresar

Así lo dice el informe Tendencias Globales del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para Refugiados.

Al presentar el informe Tendencias Globales, que se lanza anualmente poco antes del Día Mundial del Refugiado que se conmemora el 20 de junio, el principal responsable de la oficina de la ONU para esta problemática, Antonio Guterres, destacó que en la última década cerca de un millón de refugiados pudieron regresar voluntariamente a sus hogares cada año.

En el año del 50º aniversario del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, la Asamblea General de la ONU, con la resolución 55/76 de 2001, estableció el 20 de junio como Día Mundial del Refugiado.

Diez años después, en su 60º aniversario, el Acnur en América Latina y España, bajo el lema: “Ponte en los zapatos de un refugiado y da el primer paso para entender su situación”, hace hincapié en la situación de los refugiados y solicitantes de asilo tanto en las zonas urbanas como en las pequeñas comunidades de frontera.

Allí luchan por integrarse en las sociedades que los reciben, para conseguir un empleo y el acceso a los servicios básicos, como salud o educación, a menudo enfrentándose a la discriminación y la xenofobia.

Es así que la invitación a “ponerse en los zapatos de un refugiado” es también un llamado a desafiar la intolerancia y la indiferencia hacia personas que para salvar sus vidas lo perdieron todo menos la determinación de volver a empezar.

En este sentido, Guterres denunció que “hay una apabullante carga sobre los países del tercer mundo”, y condenó la “falta de generosidad” de las naciones industrializadas.

Guterres fue primer ministro de Portugal y, elegido por la Asamblea General de las Naciones Unidas por un término de cinco años, se convirtió en el décimo alto comisionado de Acnur.

Acnur tiene su sede en Ginebra, Suiza, y más de 250 oficinas repartidas por todo el mundo.

El derecho al asilo y refugio es contemplado en la Declaración Universal de Derechos Humanos. “En caso de persecución, toda persona tiene derecho a buscar asilo, y a disfrutar de él, en cualquier país”, sostiene el texto.

Este derecho “no podrá ser invocado contra una acción judicial realmente originada por delitos comunes o por actos opuestos a los propósitos y principios de las Naciones Unidas”, precisa.

El organismo inició sus funciones en el mes de enero de 1951, teniendo como mandato por tres años el ayudar a reasentar a más de un millón de refugiados europeos que aún estaban sin hogar como consecuencia de la Segunda Guerra Mundial.

Por la expansión de las actividades de Acnur en todo el mundo, y sobre desplazados dentro de un mismo país, el número de personas que son objeto de su preocupación aumentó considerablemente desde sus inicios, al tiempo que se acentuó la complejidad del problema del desplazamiento forzado.

En total, hasta principios del siglo XXI, proporcionó asistencia a más de 111 millones de refugiados y desplazados.

Se le concedió el premio Nobel de la Paz en dos ocasiones, en los años 1954 y 1981, así como el premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional en 1991.

Concede anualmente el premio Nansen Refugee Award (conocido anteriormente como la Medalla Nansen) a individuos o grupos que se hayan destacado en la causa de los refugiados.

En Argentina, la población refugiada se caracteriza por su gran diversidad ya que proviene de alrededor de 60 países de África, América, Asia y Europa.

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