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Investigación y desarrollo

El recorte de presupuesto al Inta sólo cosecha repudios

La decisión de la gestión Cambiemos de utilizar la tijera en un organismo que en sus 60 años de existencia ha dado sobradas muestras de excelente valor para asistir al sistema productivo agroindustrial del país no encuentra asidero.


El recorte presupuestario de 1.140 millones de pesos para 2017 al Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta) que decidió el gobierno de Mauricio Macri levantó voces y provocó acciones de protesta.

La decisión de la gestión Cambiemos de utilizar la tijera en un organismo que en sus 60 años de existencia ha dado sobradas muestras de excelente valor para asistir al sistema productivo agroindustrial del país no encuentra asidero.

¿Por qué atacar lo que funciona bien, sobre todo cuando el mismo Macri afirma que el campo es el motor del país?

Algo similar ocurre con la Agricultura Familiar, área vapuleada en el Ministerio de Agroindustria cuando en el mundo, organismos como la FAO indican que gran parte de la agricultura mundial se sostiene gracias a esos muy pequeños productores.

Pero fue el Inta el que preocupó a entidades y gremios que se manifestaron en contra del recorte que propone el Ministerio de Hacienda y Finanzas, que conduce Alfonso Prat Gay.

¿Qué es el Inta?

Según la definición oficial, es un organismo estatal descentralizado con autarquía operativa y financiera, dependiente del Ministerio de Agroindustria. Fue creado en 1956 y desde entonces desarrolla acciones de investigación e innovación tecnológica en las cadenas de valor, regiones y territorios para mejorar la competitividad y el desarrollo rural sustentable del país.

Sus esfuerzos se orientan a la innovación como motor del desarrollo e integra capacidades para fomentar la cooperación interinstitucional, generar conocimientos y tecnologías y ponerlos al servicio del sector a través de sus sistemas de extensión, información y comunicación.

La institución tiene presencia en las cinco ecorregiones (Noroeste, Noreste, Cuyo, Pampeana y Patagonia) a través de una estructura que comprende: una sede central, 15 centros regionales, 52 estaciones experimentales, 6 centros de investigación y 22 institutos de investigación, y más de 350 Unidades de Extensión.

Por su parte, dos entidades privadas creadas por la institución en 1993, Intea S.A. y Fundación ArgenInta, se suman para conformar el Grupo Inta.

Elogios sí, plata no

Para el mismo gobierno que lo quiere mutilar, “el resultado del trabajo del Inta le permite al país alcanzar mayor potencialidad y oportunidades para acceder a los mercados regionales e internacionales con productos y servicios de alto valor agregado”.

Esta semana, la Asociación del Personal del Inta (Apinta), que conduce Mario Romero, realizó una “jornada histórica de concientización” en reclamo por el presupuesto.

Romero consideró que “está en riesgo la estabilidad laboral y el trabajo científico y técnico del Inta en todo el país” y dijo que la lucha se traslada ahora al día en que se reúna la Comisión de Presupuesto y Hacienda en el Congreso Nacional para así corregir el proyecto tal como fue presentado por el Ejecutivo”.

El recorte implica que Inta tendrá 218 millones menos para salarios: “Amenaza concreta sobre 300 contratos, 330 plantas no permanentes y 340 becarios en formación”, dijo el gremialista. En tanto, la Federación Agraria (FAA), en un comunicado, consignó que plantearon el conflicto al ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, y recientemente al jefe de Gabinete, Marcos Peña, en ocasión de la audiencia previa al anuncio de Macri sobre la postergación de la reducción de las retenciones a la soja.

“Estamos convencidos de que el Inta es una herramienta para todo el universo de productores”, dijo FAA y alertó que “con el recorte corren serio riesgo la autarquía y la soberanía técnica del organismo, que podría continuar funcionando con recursos de terceros que financien las investigaciones (como sugieren algunas voces)”. Advirtió que esto llevaría a que un puñado de empresas se favorezca por las investigaciones, porque aporta los recursos, en desmedro de la atención de los pequeños productores.

Además señaló que “paralelamente, los equipos técnicos serían desarticulados y una diversidad de profesionales formados en el organismo serían despedidos”.

¿Qué dice la gente?

El sitio Infocampo realizó una encuesta en las redes sociales para conocer cómo valoran sus lectores el rol del instituto: la opción “Excelente, es indispensable” fue votada por el 71 por ciento de los que se manifestaron en Twitter.

La Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap) se solidarizó con los trabajadores del Inta, como lo hicieron otras organizaciones. Entre ellas, reaccionó la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (Came), junto con sus más de 400 entidades del campo, y mencionó que el Inta quedaría con un presupuesto de 5.112 millones de pesos luego de la quita de 1.140 millones.

Mientras tanto, cinco aportes científicos del Inta fueron premiados en estos días, en Innovar 2016, y ocuparon los primeros lugares en un espacio donde el Ministerio de Ciencia y Tecnología muestra los logros anuales. Casi una contradicción.

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