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Sociedad

El pensador antidogmático

El alemán Max Horkheimer fue uno de los sociólogos y filósofos sociales más importantes que tuvo el siglo XX. Se caracterizó por tener un pensamiento antidogmático y analizó los fenómenos sociales de los totalitarismos.


Max Horkheimer fue uno de los sociólogos y filósofos sociales más importantes del siglo XX. Pensador antidogmático por antonomasia, cultivó una metodología de análisis de los fenómenos sociales como el ascenso de los totalitarismos: fascismo, nazismo, stalinismo, señalando también cómo la máscara de las democracias liberales de occidente, la dinámica capitalista tiende a controlar y “administrar” la vida de millones de personas en las sociedades de consumo.

La mención de Horkheimer nos remite al Instituto de Investigación Social, más conocido como Escuela de Frankfurt, y al nombre de otros pensadores que aportaron a la Teoría Crítica de la sociedad y la cultura como Theodor W. Adorno, Herbert Marcuse, Erich Fromm y Jurgen Habermas.

Trayectoria intelectual

Horkheimer nació en la ciudad de Stuttgart, Alemania, el 14 de febrero de 1895, en el seno de una familia de prósperos industriales de origen judío.

Entre 1913 y 1915 deja circunstancialmente de lado sus estudios para trabajar en el emprendimiento económico familiar. En esa época, con el objetivo de aprender idiomas, viaja a las ciudades de Bruselas y Londres.

En 1915 reemprende sus estudios alternando entre las Universidades de Múnich y Friburgo, instalándose en 1919 en la de Frankfurt.

En 1922 conoce a Theodor W. Adorno. Ambos estudian Filosofía con Hans Cornelius. Horkheimer finaliza esta etapa en la Universidad de Frankfurt con una tesis doctoral sobre Immanuel Kant.

La amistad con Adorno se mantendrá durante décadas, compartiendo la desventura del exilio al que los obliga la persecución del régimen nazi de Adolf Hitler. Junto a Adorno, Horkheimer escribe una de las obras capitales de la teoría social contemporánea, Dialéctica del Iluminismo, también conocida como Dialéctica de la Ilustración, libro que contiene el célebre ensayo sobre la “industria cultural”.

En 1923 se funda, gracias al aporte del empresario Hermann Wei –radicado en la Argentina– a instancias de su hijo el economista y sociólogo de ideología socialista crítica Félix Weil, el Instituto de Investigación Social, el cual se asocia a la Universidad de Frankfurt. Max Horkheimer asume como director del Instituto de Investigación Social sucediendo en esa labor a Carl Grünberg.

Desde 1925, Max Horkheimer trabaja como privadozent dictando seminarios en la Universidad de Frankfurt y continúa sus estudios de las obras de Kant.

En 1926, Horkheimer se une afectivamente a su compañera de la vida Rose Riecker.

En 1928 comienza su experiencia con el psicoanálisis con un discípulo de Sigmund Freud, Karl Landauer.

En 1930 publica el libro ZLos comienzos de la filosofía burguesa de la historia. La elaboración de este trabajo le permite el acceso a la titularidad de la cátedra de Filosofía Social en la Universidad de Frankfurt.

A partir de 1932, Horkheimer tiene a su cargo la revista del Instituto de Investigación Social y publica allí ensayos de Herbert Marcuse, Theodor Adorno, Erich Fromm y Walter Benjamin.

En 1933, con el infausto ascenso de Hitler al poder en Alemania., Horkheimer parte al exilio forzoso recalando primero en Ginebra, Suiza, y luego en la ciudad de París. Los nazis clausuraron el Instituto de Investigación Social y cae sobre sus integrantes: algunos pudieron emigrar a diversos países, pero otros fueron aniquilados en los campos de concentración y exterminio creados por los nacionalsocialistas.

En 1934, en Zurich, Max Horkheimer publica bajo el seudónimo de Heinrich Regius Al anochecer. A partir de ese año junto con Adorno y otros miembros el Instituto de Investigación Social comienza su labor en la ciudad de Nueva York, manteniendo vínculos con la Universidad de Columbia.

En 1936 se publican en París los Estudios sobre la autoridad y la familia, obra colectiva de los miembros de la Escuela de Frankfurt (Marcuse y Fromm, entre otros), todos ellos alejados tanto de las posiciones de la reformista socialdemocracia alemana, como de la tendencia marxista autoritaria de los bolcheviques rusos.

Una característica de la Teoría Crítica es la puesta en diálogo de los escritos de Marx como El carácter fetichista de la mercancía y los Manuscritos de Economía y Filosofía con los aportes del psicoanálisis freudiano y la revalorización de autores como Hegel y Schopenhauer.

En 1941, Horkheimer y Adorno se trasladan a California. En esta ciudad del oeste norteamericano desarrollan sus trabajos académicos y de investigación.

En 1942, Horkheimer dirige un proyecto de investigación sobre prejuicios y antisemitismo.

En 1947 dan a conocer en Amstedam, Holanda, Dialéctica del Iluminismo, trabajo que como se señaló anteriormente escribieron a cuatro manos Horkheimer y Adorno. Ese mismo año se publica el ensayo de Horkheimer, El eclipse de la razón.

En 1948, Horkheimer retorna a Alemania, donde dicta una serie de conferencias en Frankfurt y a partir de 1949 asume como catedrático de Sociología y filosofía en la Universidad de la mencionada ciudad.

A partir de 1950 reabre el Instituto de Investigación Social en la Universidad de Frankfurt, nuevamente bajo la dirección de Horkheimer, quien también ejercerá desde 1951 el rectorado de la Universidad Goethe.

Otras obras

En 1955, bajo la dirección de Adorno, el Instituto de Investigación Social publica un volumen dedicado a reconocer a Horkheimer bajo el título de Sociológica I.

En 1962, aparece el segundo tomo de Sociológica. En 1967 se edita Crítica de la razón instrumental. En 1960, Horkheimer cede a Adorno la dirección del Instituto de Investigación Social y se traslada a Suiza.

En 1968 se publica una recopilación de los escritos de Horkheimer del período de entreguerras titulado Teoría Crítica.

El final de una vida intensa

El 7 de julio de 1973 muere en la ciudad germana de Nuremberg. En su obra es posible hallar algunas de las claves para la comprensión de las sociedades contemporáneas, cargadas de contradicciones y paradojas en las que persiste la dominación y crecen cada día los riesgos de autodestrucción de la especie humana y los ecosistemas. Pero en las que también persisten las luchas emancipatorias en el sentido de un socialismo que se libere de las anteojeras y los corsets partidistas.

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