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El fútbol de luto

El fin de una era: murió Julio Grondona

El presidente de AFA murió ayer en un sanatorio porteño a las 12.50 a causa de un aneurisma en la arteria aorta.


A pesar de sus 82 años, la noticia conmocionó a todo el país. Es que cada vez que deja de existir una persona con tanto poder, como el que tenía el presidente de la Asociación del Fútbol Argentino, causa sorpresa en todos los estamentos. Julio Humberto Grondona falleció ayer al mediodía luego de sufrir un aneurisma en la arteria aorta, poniendo así punto final a una era que revolucionó al fútbol argentino.

Grondona estuvo internado desde la madrugada de ayer por una descompensación cardíaca que lo obligó a ser trasladado al Sanatorio Mitre, donde fue atendido hasta último momento por el especialista Antonio Piazza.

Si bien no hubo información oficial, la muerte del vicepresidente de la Fifa se produjo a las 12.50, sin llegar a ser intervenido quirúrgicamente como habían sugerido los médicos ante la complicación en las paredes de la aorta.

Grondona estuvo internado con asistencia respiratoria desde la primera hora de la mañana y a la espera de la evolución del cuadro, que de por sí era delicado.

Según habían informado oficialmente en el portal de la AFA, Grondona había tenido una “ligera descompensación” a primera hora de ayer y fue trasladado al Sanatorio Mitre.

Los voceros de la AFA consultados indicaron que Grondona sufrió un fuerte dolor en el pecho pero no tuvo un episodio de paro cardiorrespiratorio, por lo que fue trasladado al centro médico acompañado por su hijo Julio Ricardo, quien es el presidente de Arsenal de Sarandí.

Su otro hijo, Humbertito Grondona, entrenador de la selección Sub 20, estaba en Mar del Plata y regresó de urgencia a la Capital Federal para acompañar a su padre.

El velatorio comenzó anoche en la capilla ardiente que se emplazó en el gimnasio de Futsal en el predio de la AFA en Ezeiza, según confirmó el vocero de la entidad Ernesto Cherquis Bialo, al tiempo que anunció que llegará hoy al país el titular de la Fifa, Joseph Blatter.

El sepelio de Grondona será mañana, en horas del mediodía, en el cementerio de Avellaneda –“tal como fue su último deseo”, según confirmó Cherquis Bialo– y descansará junto a los restos de su fallecida esposa Nélida Pariani.

El mandamás de la AFA, que además era vicepresidente honorario de la Fifa donde presidía la Comisión de Finanzas, tenía previsto asistir, ayer a la tarde, a la conferencia de prensa en la cual Alejandro Sabella se iba a despedir como técnico de la selección argentina.

Grondona, que había anunciado su salida de la AFA para 2015, falleció luego de estar al frente de la era en la que el fútbol argentino ingresó a la elite del plano mundial.

La vida de Don Julio Humberto Grondona

Julio Grondona, quien fue presidente de la AFA desde 1979 y uno de los hombres de mayor poder en la FIFA a partir de 1988, ejerció una conducción polémica y personalista que lo convirtió en el dirigente más influyente en la historia del fútbol argentino.
Grondona nació en Avellaneda el 18 de septiembre de 1931 y con 47 años se convirtió en el presidente de la AFA, cargo que ostentó hasta ayer.

Con él al frente de la entidad, el seleccionado consiguió el Mundial de México 1986 y fue finalista en Italia 1990 y recientemente en Brasil. Además, los representativos argentinos se adjudicaron las Copas América de 1991 y 1993, las medallas doradas en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 y Pekín 2008, y fueron campeones mundiales los seleccionados Sub 20 en Qatar 1995, Malasia 1997, Argentina 2001, Holanda 2005 y Canadá 2007.

Asumió en la AFA el 6 de abril de 1979, mientras el país era presidido por el dictador Jorge Rafael Videla, y convivió con los gobiernos de factos de Roberto Viola, Leopoldo Galtieri y Reynaldo Bignone, y luego, desde el regreso de la democracia, con Raúl Alfonsín, Carlos Menem, Fernando De La Rúa, los interinatos de Ramón Puerta, Adolfo Rodríguez Saa, Eduardo Caamaño y Eduardo Duhalde, y desde 2003 con Néstor Kirchner y Cristina Fernández.

Bajo el lema “Todo Pasa”, que llevaba siempre consigo en un anillo que lucía en la mano izquierda, Grondona manejó al fútbol argentino durante 35 años con una conducción personalista, de principio a fin de su mandato. Nunca importó demasiado qué pensara el Comité Ejecutivo de la AFA o los dirigentes de los clubes. Sólo fue permeable a los requerimientos de los poderes de turno, sea de los gobiernos de los últimos años de la dictadura militar, como los que siguieron con el regreso de la democracia o desde la puesta en marcha del programa Fútbol para Todos.

Para llegar a la presidencia de la AFA fue clave su desempeño como máximo dirigente de Arsenal, club al que fundó junto a su hermano Héctor en 1957 y también como titular de Independiente, del que era hincha, entre 1976 y 1979. Tras nueve años al frente de la AFA, Grondona fue ungido vicepresidente de la FIFA, el 30 de abril de 1988. Además, en la máxima entidad del fútbol ocupó un rol clave en la Comisión de Finanzas. Ambos cargos fueron refrendados mediante votación en seis oportunidades, la última en 2011, con duración hasta 2014. “Soy el vicepresidente del mundo”, deslizó alguna vez Grondona, alardeando del poder con el que contaba debido a su posición en la FIFA.

Grondona murió ocupando el lugar del que nunca quiso irse. Ni los pedidos familiares ni los cuidados médicos de los últimos años lograron separarlo del día a día de la gestión en la AFA. En la noche del martes participó de una acalorada discusión en la reunión de Comité Ejecutivo y al salir contó que ya tenía en mente al sucesor de Alejandro Sabella, a quien ayer iba a acompañar en la conferencia de prensa en la que el entrenador confirmaría su alejamiento del seleccionado.

La sucesión de Don Julio

El presidente de Argentinos Juniors, Luis Segura, asumió la conducción interina de la AFA, tras el fallecimiento de Julio Grondona, hasta que en octubre se realice una asamblea para determinar la fecha en que se desarrollarán las nuevas elecciones.

Según el artículo 25 del estatuto de la entidad madre del fútbol argentino, al quedar vacante el cargo “corresponderá elegir Presidente por el lapso faltante”, es decir, hasta el 25 de octubre de 2015.

Segura, vicepresidente de la entidad, estará al frente de la AFA hasta octubre, fecha en la que se llevará a cabo una asamblea extraordinaria para ponerle fecha a las elecciones en las que se elegirá al nuevo presidente.

“El mandato del Presidente dura cuatro años, computables desde el 26 de octubre del año de su elección, hasta el 25 de octubre del cuarto año siguiente y podrá ser reelecto.

Si quedara vacante el cargo, corresponderá elegir Presidente por el lapso faltante”, detalla el artículo. Así, quien gane las elecciones de octubre tendrá un mandato de un año y luego podría participar de otras elecciones para aspirar a un mandato de cuatro años.

Por su parte, el vicepresidente primero de AFA será Juan Carlos Crespi, quien es vicepresidente de Boca Juniors, era vice segundo en la casa madre del fútbol y presidió la delegación argentina en el reciente Mundial de Brasil.

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