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Ciencia y Tecnología

“El alzheimer es la forma más frecuente de las demencias”

Miriam Stolfi, co-fundadora de la asociación de lucha contra el mal, afirma que “afecta a personas de edad avanzada”.


Hay palabras que circulan por la sociedad como sombras amenazantes. Alzheimer es una de ellas. La doctora Miriam Stolfi, médica neuróloga, integrante del Centro de Neurociencias “Los Manatiales”, y co-fundadora de la Asociación de Lucha contra el Mal de Alzheimer (Alma), la describe como “una enfermedad que afecta por lo general a personas de edad avanzada”.

“Hoy se sabe que la enfermedad de Alzheimer es considerada la forma más frecuente de las demencias”, señala Stolfi, y las define como “la pérdida de las funciones cognitivas en forma progresiva y, por lo general y hasta el momento, irreversible”.

La persona que padece esta enfermedad comienza por perder las funciones en orden inverso a la manera cómo se las fue adquiriendo; se comienza a perder lo último que se ha incorporado como conocimiento.

La enfermedad del olvido

—¿Se conocen las causas que la provocan?

—Existen factores predisponentes más que una causa. Se habla de una predisposición genética. Es oportuno aclarar que los genes cambian por muchos motivos, incluso por mutaciones debidas a cambios emocionales. Esto es algo que debe saberse para que esta cuestión de lo genético no nos condiciones. Es cierto que en esta enfermedad, como en cualquier otra, tener un familiar directo que ha padecido la misma, predispone a tenerla con un alto grado de posibilidad, pero no con total determinismo.

—¿Tenemos que pensar que las emociones tienen un fuerte impacto en estas enfermedades degenerativas cognitivas?

—Lo tienen; en esta y en todas las enfermedades. Los seres humanos no somos sujetos divididos en cuerpo y mente, como antes se creía. Somos una unidad biopsicosocial. En las personas, los conflictos no resueltos suelen afectar a determinados órganos; y el Alzheimer no es una excepción. Es común ver que la aparición de la enfermedad se asocia a grandes duelos no resueltos, y que fueron vividos en soledad; con el convencimiento de que no había solución para ellos. Esta forma de inhibición se transforma en un estado de estrés perjudicial que además se une a otros duelos y que pueden transformarse en factores desencadenantes de enfermedades.

—¿Qué sucede en el cerebro del paciente con la enfermedad de Alzheimer?

—A pesar de que no sabemos cuál es la llave que desencadena el Alzheimer, sabemos qué sucede en el cerebro del paciente con Alzheimer: las placas seniles, que son depósito de amiloides, unas proteínas anormales que se depositan en los tejidos durante el transcurso de diversas enfermedades, en condiciones normales, encuentran en forma soluble. Debido a múltiples factores, no del todo conocidos, adquieren un plegamiento anormal, se vuelven insolubles y resisten la degradación enzimática. Estos amiloides “duros” se interponen y afectan las conexiones neuronales interrumpiéndolas; a la vez que sustancias oxidantes afectan al cuerpo neuronal, desplazan al núcleo, y a partir de allí la neurona activa su gen de la apoptosis (muerte programada) y se deja morir.

—¿Se ha logrado algún avance para darle un tratamiento a esta enfermedad?

—Si bien no se ha logrado una regresión de la enfermedad. Sabemos que existen trabajos con factores de crecimiento neuronal y con células madre en etapa de investigación básica. Por lo que nos lleva a decir que hasta lo que conocemos hoy, la enfermedad es irreversible.

—¿Existe una posibilidad de regeneración de esa red neuronal afectada?

—Si bien no podemos recuperar a las neuronas afectadas, sí podemos, mediante la estimulación cognitiva, lograr revertir el proceso en las conexiones neuronales, lo que se evidencia en la Resonancia Funcional. Por ejemplo, cuando el paciente encara una nueva actividad, es decir, incorpora un nuevo conocimiento, se crea una nueva red y eso me permite compensar las pérdidas neuronales.

—¿A qué síntomas les debemos prestar atención?

—Estamos hablando de la enfermedad del olvido. Pero todos tenemos olvidos; es más, el olvido forma parte de la memoria. Los olvidos a los que les debemos prestar atención son esos olvidos frecuentes y cuando sobre todo se pierde lo que podríamos llamar el monitoreo; es decir, yo me olvido que dije algo y lo vuelvo a decir. Son esas reiteraciones de las que se producen por no tener registro de haberlo dicho antes. Y ese olvido de cosas recientes. Eso es lo que se nota más frecuentemente. Otras de las cosas que suelen acompañar a estos olvidos es la pérdida de orientación; también cuando guardamos cosas y no las encontramos.

—¿Qué medidas de prevención podemos tomar?

—Programar actividades que nos gusten y nos produzcan placer. Aprender cosas nuevas. Darle un nuevo trabajo al cerebro. Sobre todo, aquello que nunca hizo, este desafío le permite establecer nuevas redes neuronales. Recuperar nuestra capacidad de reír y nuestra capacidad lúdica. El contacto con el agua y una alimentación sana, sin someternos a dietas exageradas.

—¿Qué cosas pide el cerebro?

—Oxígeno y azúcar. Y dormir bien. Cosas que se manifiestan como de suma importancia para la prevención de las enfermedades cognitivas degenerativas.

—¿Qué es dormir bien?

—Dormir entre seis y ocho horas; depende de la edad. Evitando los medicamentos hipnóticos tomados por largos períodos ya que afectan la memoria. Evitar la polifarmacia; y el uso de medicamentos por tiempo prolongado.

—¿Es una enfermedad muy ligada a lo social?

—Para una persona que está cursando la enfermedad, cualquiera sea, familia y amigos son fundamentales. El paciente con Alzheimer, a pesar de su enfermedad, elije vivir; y para vivir necesita estar cuidado, necesita a su familia, la que debe comportarse sin abandonar el rol que a cada integrante le corresponde. Lo ideal es ponerse en manos de un grupo de trabajo interdisciplinario y la familia comprometida y acompañando. No se debe recluir a quien padece de Alzheimer por más que tenga comportamientos extraños; hay que acompañarlos y darles afecto. Convocar a sus amigos; ya que quien padece Alzheimer se puede olvidar de muchas cosas de lo que nunca se va a olvidar es del afecto recibido.

Alma funciona como contención a la familia

La Asociación de Lucha contra el Mal de Alzheimer funciona en el país hace 25 años y hace 20 en Rosario. Surge como una necesidad: compartir con otros que atraviesan por el mismo problema y ayudar a comprender y a actuar. Por ser una enfermedad que implica a la familia, Alma cumple una función de contención y de enseñanzas. Brinda información, organiza talleres de memoria haciendo más llevadera la vida de la familia; se dan charlas informativas mensuales y asesoramiento legal. Los grupos de apoyo se reúnen los lunes a las 18, en calle Salta 1892. Para establecer contacto: 155-420516 y 153-279680.

Las cifras del alzheimer

Unas 40 millones de personas en todo el mundo padecen demencia y se calcula que esta cifra llegará a 115 millones en 2050. Este dato constituye un motivo de preocupación, ya que la enfermedad de Alzheimer y otras demencias pueden considerarse una epidemia que crece al mismo tiempo que envejece la población mundial. El poco reconocimiento, el subdiagnóstico y el estigma, son causas importantes de problemas para las personas con demencia y sus familiares, en países y comunidades de todos los tamaños y de todos los niveles de ingresos.

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