Al menos veintisiete hinchas leprosos fueron demorados ayer a la tarde en las inmediaciones del Parque Independencia, y seis quedaron detenidos luego de que los uniformados les encontraran dos pistolas 9 milímetros y una tercera calibre 11.25 junto a gran cantidad de proyectiles. Además, el fiscal de Flagrancia Patricio Serjal ordenó el secuestro de dos automóviles. Las detenciones surgieron tras un llamado al 911, donde alertaron sobre el robo de un celular a las personas que fueron al estadio de Newell´s a comprar las entradas para el partido que la Lepra juega hoy por la Copa Santa Fe. Estos hechos se produjeron a una semana del crimen del flamante jefe de la barra brava, Maximiliano La Rocca, y a casi un mes del asesinato de otro referente del paravalanchas rojinegro, Matías “Cuatrerito” Franchetti, acribillado a balazos la tarde del 7 de junio pasado frente a las puertas del club. En ese sentido, algunos voceros indicaron que entre los apresados estaban los sospechosos por el crimen de La Rocca. Sin embargo, las fuentes oficiales no confirmaron esta versión.
Voceros judiciales señalaron que luego de que el fiscal Serjal tome las declaraciones a los detenidos y demorados, cruzará información con los fiscales del a Unidad de Homicidios Dolosos que investigan los asesinatos de Franchetti y La Rocca para determinar si existe algún tipo de relación con estos hechos.
Según fuentes policiales, alrededor de las 17 un llamado anónimo al 911 alertó que se había producido cerca del Palomar el robo de un celular. Cuando personal de la Policía de Acción Táctica (PAT) arribó al lugar, advirtió la presencia de un grupo de una treintena de personas que estaban protagonizando una gresca. En ese marco, entre la multitud vieron a un hombre con un arma de fuego en una mano. Los uniformados lo detuvieron y al realizar un recorrido por la zona también apresaron a seis hinchas –sindicados como barrabravas– que estaban a bordo de dos vehículos, un Renault 9 color rojo y un Peugeot 206 color gris. De la requisa, los policías incautaron dos pistolas 9 milímetros, otra calibre 11.25 y gran cantidad de proyectiles.
Con el correr de las horas surgió una versión que daba cuenta que, mientras se producían los operativos, el ministro de Seguridad, Maximiliano Pullaro, estaba reunido con la flamante dirigencia. Sin embargo, Pullaro aclaró ante los medios que su presencia en el lugar se debió a que se acercó para interiorizarse de las actuaciones policiales.
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