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Entradera fatal

Ampliarán testimonios en la causa Perrone

La familia del hombre asesinado en Bella Vista concurrirá esta semana ante el fiscal Florentino Malaponte.


Esta semana, familiares de Leonardo Perrone, el hombre de 38 años asesinado a balazos durante una entradera en barrio Bella Vista, asistirá al Ministerio Público de la Acusación para brindar mayores detalles sobre la tragedia que vivieron la mañana del 26 de agosto, cuando tres asaltantes amedrentaron a la víctima y a su cuñado e intentaron ingresar a la casa familiar. A su vez, se conoció la declaración de la tía de uno de los sospechosos, que murió un día después del hecho luego de que una bala policial impactara en su abdomen cuando fueron a detenerlo. Según la fuente consultada, del testimonio, surgen algunas inconsistencias de esos dichos. Ayer, además, se realizó el análisis de dermotest de las muestras que se levantaron luego del hecho.

El homicidio de Leonardo Perrone generó alto impacto social. Los asaltantes lograron en principio fugarse tras intentar ingresar al domicilio de Riobamba al 4300. El fatal desenlace se produjo en el pasillo de entrada, donde se generó un forcejeo con uno de los ladrones que quedó encerrado dentro de la propiedad, por lo que uno de sus cómplices descerrajó varios disparos que llevaron a Perrone a la muerte e hirieron a su padrastro y su cuñado. El hecho fue presenciado por otros miembros de la familia, que ampliaran sus dichos ante el fiscal.

Los sospechosos

Según la pesquisa, Walter Ascencio, Jonathan Daniel A. y un tercer sospechoso prófugo identificado por un apodo son los presuntos autores del crimen de Perrone. Varios testimonios los señalan, incluso llamados al 911 dan nombres y apellidos. El fiscal Florentino Malaponte intenta ahora profundizar todas las vetas del caso. En la mañana de ayer, se realizó un estudio de dermotest sobre las muestras obtenidas luego del crimen, y ya se baraja un reconocimiento, a través de mosaico fotográfico, de Walter Ascencio, de 29 años, quien el día posterior al crimen murió luego de ser baleado por la Policía.

Según la versión oficial, iba en moto con su primo por barrio Cabín 9 cuando fue avistado por un móvil del Comando Radioeléctrico que tenía el dato de que se encontraba en la zona. La moto giró al ver el móvil policial y según un testimonio, Ascencio tiró el rodado en el ingreso a la casa de un tío y entró corriendo mientras que su primo Sebastián –que lo acompañaba y quedó imputado de resistencia a la autoridad agravada por el uso de arma de fuego– trepó a un árbol e ingresó por la terraza a su casa. El testigo afirma que Ascencio ingresó corriendo por un patio delantero, que detrás lo hizo la Policía y que se escucharon detonaciones. En el patio de la casa se hallaron dos vainas, una del arma policial y otra de la secuestrada al sospechoso fallecido, mientras que en la terraza de la casa vecina se encontró una vaina policial. Por su parte, al primo de Ascencio, que fue herido en una pierna y quien habría disparado desde el techo según la fuente consultada, le secuestraron un revólver calibre 32 con dos descargas.

La madre de Sebastián negó la versión oficial: dijo que su hijo estaba durmiendo cuando la Policía llegó a su vivienda, que ella atendió la puerta y los policías fueron hasta la planta alta. La mujer sostuvo que la hicieron bajar, que luego escuchó “se quiere escapar” y los tiros, según relató el 27 de agosto a El Ciudadano. Fuentes consultadas sostuvieron que la declaración de la mujer en sede fiscal sigue esa misma línea, y que contradice en parte el resto de la prueba recopilada en el caso.

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