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Ordenan detener al jefe de Policía por vínculos con narcos

El ministro de Seguridad Raúl Lamberto le pidió la renuncia a Hugo Tognoli tras ser vinculado en una causa sobre narcotráfico. En su lugar asumió quien era el subjefe, Cristian Sola. Anoche, la PSA fue a detenerlo, pero no lo encontró. Cristian Sola es el nuevo jefe de la Policía de Santa Fe Diputados citará a Lamberto en busca de explicaciones Tognoli: “No quiero ser un estorbo para el Gobierno ni para la Justicia”


La aparición del nombre del jefe de Policía de la provincia, Hugo Tognoli, en una causa que investiga presuntos vínculos con el narcotráfico causó una tormenta que amenazó convertirse en un tsunami con derivaciones insospechadas, aunque parece que por el momento logró ser controlada.

En la mañana de ayer, luego de leer los diarios e intentar ser interrogado por numerosas radios y canales de televisión de todo el país, el comisario general Tognoli le presentó la renuncia al ministro de Seguridad, Raúl Lamberto, que se encargó durante varias horas de demostrar que el gobierno provincial estaba sólido, que el jefe policial daba un paso al costado para ser investigado sin problemas y que la casa estaba en orden. Sin embargo, pasó gran parte de la jornada aclarando que no había librada una orden de detención o allanamiento por el caso y buscando un sucesor de peso, que estuviera alejado del escándalo desatado, pero no tuvo éxito, por lo que en horas de la tarde asumió en lugar de Tognoli quien hasta entonces era el subjefe de policía provincial, comisario Cristian Sola –que a media mañana también había presentado su renuncia “por una cuestión ética, si renuncia el jefe, también lo tengo que hacer”–.

Sola será secundado por el comisario José Luis Romitti, a quien el propio Sola había desplazado en mayo pasado de su cargo como titular de la Dirección General de Prevención y Control de Adicciones. “Los jefes designados, sin duda, tienen una gran responsabilidad externa e interna. Externa porque vivimos verdaderas realidades convulsionantes  en el marco de determinadas unidades. Hoy más que nunca necesitamos una Policía con disciplina, capacidad, formación, respeto a los mandos, gran vocación de servicio y gran moralidad”, subrayó el ministro Lamberto durante el acto de asunción de los nuevos jefes, en el cual no estuvo el gobernador Antonio Bonfatti. En tanto, en las últimas horas de la tarde se conoció que finalmente se firmó la orden de detención para Tognoli, quien al cierre de esta edición no podía ser hallado por personal de la Policía de Seguridad Aeroportuaria.

Un viernes para el olvido. Eso debe haber pensado –si es que tuvo tiempo de hacerlo– el ministro de Seguridad, Raúl Lamberto, en la mañana de ayer, cuando se enteró que el diario Página/12 había publicado en su portada nacional que se había pedido la detención del jefe de policía de la provincia por supuestas vinculaciones con el narcotráfico, además del allanamiento de su vivienda particular y su despacho. La nota mencionaba también que detectives de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) hallaron evidencias a partir de la investigación de una red de trata de mujeres que incluye una escucha telefónica; y el supuesto alerta a un jefe narco que estaba siendo seguido por un auto que pertenecía a la PSA, entre otras cosas

Jaqueado por la velocidad mediática de la noticia más que por el relato del hecho, Tognoli se puso a disposición de sus superiores y de la Justicia y diciendo, “no quiero ser un estorbo ni para la investigación ni para el gobierno”, presentó su renuncia al cargo de jefe de Policía de la provincia de Santa Fe.

Y aclaró que había hablado con el juez federal Nº 4 de Rosario. Marcelo Bailaque, quien está mencionado con la nota como el magistrado que no hizo lugar al pedido de allanamiento y arresto solicitados por la fiscal Liliana Bettiolo. Según Tognoli, el juez le dijo que no había un pedido de detención ni órdenes de allanamiento en el juzgado a su cargo. “Pongo mi teléfono a disposición para que hagan los entrecruzamientos de llamadas que quieran, nunca lo he cambiado a lo largo de toda mi carrera”; “no tengo nada que ocultar” y “estoy a disposición de la Justicia para aclarar este hecho en el que nada tengo que ver”, fueron algunas de las frases dichas ayer luego de su dimisión.

Además, al ser consultado sobre cuál era su opinión sobre la nota aparecida en el diario Página/12, dijo: “No entiendo por qué, si existe una orden de detención sobre mi persona, y si van a allanar mi despacho y domicilio, como salió publicado, no se hizo”.

Es que el matutino porteño reportó en su edición de ayer que la Justicia Federal ordenó la detención y el allanamiento del domicilio y del despacho del comisario Hugo Tognoli (cuya foto ilustró la tapa del diario), por su presunta vinculación con sectores del comercio de drogas y la trata de personas.

El diario consignó también que la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) estableció que quien fuera jefe de la Dirección General de Prevención y Control de Adiciones durante el gobierno de Hermes Binner, estaba estrechamente vinculado a una red de trata de mujeres ya que a través de una escucha telefónica, el dueño de un prostíbulo le preguntó a un comisario mayor la forma de arreglar para vender cocaína y mediante un mensaje de texto, ese uniformado le respondió que debía pagar «30.000 (por mes) directo con Tognoli». Otro de los puntos de la pesquisa sostiene que un jefe narco que estaba siendo investigado recibió la información de que lo estaban siguiendo autos que pertenecían a la PSA. Cuando fueron a detenerlo, el lugar estaba vacío, incluso el mate estaba caliente, con lo cual se supuso que alguien los había entregado. Días después, según Página/12, se conoció que alguien había consultado en el Registro de la Propiedad Automotor por las patentes de los vehículos. De esa manera dicha persona supo que pertenecían a la Policía de Seguridad Aeroportuaria. Esa consulta, a la que se accede únicamente mediante un código y una clave personal para ingresar, fue hecha a las 18.08 del 25 de noviembre de 2011 por el comisario Hugo Tognoli, por entonces jefe de Dirección de Drogas.

¿Dónde está la causa?

Según la denuncia publicada ayer, la causa está en la Justicia Federal de Rosario, pero nadie lo confirmó. El juez federal Nº 4, Marcelo Bailaque –que es mencionado en la nota– dijo que la misma no está en su juzgado, aunque voceros del caso indicaron que el magistrado la habría visto y, como él en realidad estaba subrogando a su colega Carlos Vera Barros (a cargo del Juzgado Federal 3º), se la remitió a la fiscal Beatriz Bettiolo con el pedido de seguir investigando. Ahora el trámite debería recaer nuevamente en el despacho de Vera Barros, quien por el momento no habría recibido los pedidos de allanamientos de la casa y despacho de Tognoli y su detención.

Sin embargo, como por arte de magia, el trámite apareció durante la tarde de ayer en el despacho de Carlos Vera Barros, quien firmó el pedido de detención de Tognoli (aparentemente no rubricó la solicitud de allanamiento de su vivienda), pero al cierre de esta edición el trámite no pudo ser cumplido por personal de la Policía de Seguridad Aeroportuaria porque “Tognoli no fue hallado en su casa o en otros sitios donde suele frecuentar”, comentó un vocero.

Denuncias anónimas

Además de la causa que se tramita en la Justicia Federal, hay al menos tres denuncias anónimas en manos de la Justicia de Instrucción en las cuales se hace mención a autoridades de la Policía provincial y de la Unidad Regional II. La primera se recibió a fines de febrero, la segunda en mayo y la tercera en agosto pasado, todas hacen mención a un presunto acuerdo entre la cúpula policial de la provincia con supuestos narcotraficantes del sur provincial, que incluyen la venta de estupefacientes, el robo de autopartes, al menos dos homicidios con ribetes mafiosos, uno de ellos el del sargento Carlos Honores, asesinado en la zona oeste a comienzos de año. Según trascendidos, al menos dos de ellos fueron recibidas por el fiscal de Cámaras Guillermo Camporini, quien derivó la investigación al Juzgado de Instrucción a cargo de Luis María Caterina y a la fiscal Viviana Baliche.

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