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A ocho años de un asesinato impune

El pasado viernes, en un nuevo aniversario del asesinato de Sandra Cabrera, Ammar reclamó, en un acto realizado en el Centro Cultural La Toma, el esclarecimiento del crimen.

El pasado viernes, al cumplirse un nuevo aniversario del impune asesinato de Sandra Cabrera,la Asociación de Mujeres Meretrices de la Argentina (Ammar) reclamó, en un acto realizado en el Centro Cultural La Toma, el esclarecimiento del crimen de una de sus fundadoras consumado en Rosario en 2004 tras denunciar la complicidad de integrantes de fuerzas de seguridad con la trata de personas y la explotación de niños.

En este marco, la recientemente electa, en diciembre pasado, secretaria general de Ammar, Claudia Carranza, señaló que la causa está bloqueada por la “corrupción” en la Justicia y la Policía, y destacó la manipulación que se produjo para construir el caso como un crimen pasional.

La historia reciente indica que Cabrera, trabajadora sexual y militante de la entidad, fue asesinada de un tiro en la cabeza el 27 de enero de 2004 ante lo cual la organización sindical consideró que el crimen “fue político y no pasional, como quiso dar a entenderla Justicia”, porque había denunciado “explotación sexual de niños y la mafia policial”.

Y agregó contundente: “Le quisieron tapar la boca porque había empezado a hacer denuncias sobre los prostíbulos en Rosario y la explotación sexual de menores de edad. Había una cuestión política muy fuerte para que las trabajadoras sexuales no se organicen en Rosario. La zona dela Terminalde Ómnibus era zona liberada parala Policía. Teníamosque vender drogas o pagar coimas para trabajar. Todo esto se comprueba a partir del asesinato de Sandra”.

En este sentido la líder de Ammar, sindicato nucleado enla Centralde Trabajadores dela Argentina(CTA), precisó que “no pudieron tapar la boca a la organización, logramos sacar a ese tipo de policías y que se disuelva Moralidad Pública, que era una sección de la policía que levantaba a las trabajadoras sexuales y las llevaba presas. En la actualidad contamos con 4.000 compañeras afiliadas a nuestro sindicato que luchan y defienden sus derechos, continuando el ejemplo de dignidad que nos dejó Sandra”.

“En2004, apartir de la investigación por el asesinato de Sandra, también se logró la derogación de los artículos contravencionales que afectaban el trabajo sexual en la provincia y no nos permitía trabajar”, destacó la dirigente.

Con todo, Carranza señaló también que los círculos y organizaciones mafiosos de la trata de persona continúan en todo el país, lo cual genera “mucho temor” en las compañeras para defender sus derechos y organizarse.

En este sentido, la dirigente indicó que la organización tiene como objetivo para este año que “se formalicen los derechos laborales en una ley sobre el trabajo sexual”. Y agregó: “Creemos que para mitad de año lo vamos a tener listo para elevarlo al Parlamento. También planteamos con firmeza; con nosotras no se respetan los derechos humanos, violentados, una y otra vez, por la fuerzas de seguridad”.

Como sea, el viernes 27 de enero se cumplió un aniversario más, el octavo, del brutal asesinato de Sandra Cabrera. Sus compañeras organizaron un sencillo acto en el sótano del Centro CulturalLa Tomadonde, además, se proyectó la película de la realizadora rosarina Lucrecia Mastrángelo “Sexo, dignidad y muerte”, que relata su vida, su lucha por defender los derechos de las trabajadoras sexuales y las denuncias que hizo sobre trata de personas y explotación infantil, y que abonaron la hipótesis de investigación de su crimen que permanece impune.

La problemática del trabajo sexual es un debate que “recién” comienza en una sociedad que aún conserva fuertes rasgos de hipocresía, de miradas oscuras y autoritarismos, lo cual nos anticipa que la polémica sobre su regulación no será simple y llevará un tiempo consensuar intereses.

Pero lo que no admite dudas ni ambigüedades es el legítimo reclamo de justicia a ocho años de un crimen impune. Reparar esa herida sería un buen comienzo para construir un diálogo genuino y eficaz. Verdad y justicia entonces. Que así sea.

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