El candidato presidencial por el Frente Amplio Progresista (FAP), Hermes Binner, criticó hoy el estado de “crispación permanente” que propone el gobierno nacional y puso como ejemplo el acto que ayer encabezó la presidenta Cristina Fernández en Santa Fe, donde lo silbaron “y se acordaban de mi madre”.
“No aspiramos a tener una Argentina de crispación permanente, es necesario entrar en un camino de pacificación”, afirmó Binner, al recordar que en el acto de ayer en Puerto General San Martín, con la presencia de la mandataria, “mientras hablaba silbaban, se acordaban de mi madre y en un gobierno democrático eso no es la decencia política que necesitamos”, resaltó.
El candidato del FAP agregó que “es necesario entrar en un camino de la pacificación, del diálogo, la concertación en celeste y blanco”, porque “no queremos el país que pensaban nuestros abuelos, eso ya pasó, pero tampoco queremos la Argentina del presente”.
Binner concurrió junto a compañera de fórmula, Norma Morandini, y el ministro de Economía de Santa Fe, Angel Sciara, a la sede de la Federación Agraria donde fue recibido y almorzó con su titular, Eduardo Buzzi, el vicepresidente y candidato a diputado de FAP, Omar Barchetta, e integrantes de la comisión de Acción Gremial de la FAA.
Tras afirmar que el gobierno nacional representa “la antítesis del federalismo”, Binner reivindicó el documento de diez puntos que suscribió en 2008 con propuestas para cambiar la situación agropecuaria. Dijo que la prohibición de exportar trigo “es una prueba real de no que no existe una política para el sector”, porque quedaron sin destino “ocho millones de toneladas que corren peligro de podrirse en los silos”. Dijo que “una vez satisfechas las necesidades del país, vamos a exportar” y anticipó que lo mismo alentar para la venta de carne bovina.
“¿Cómo vamos a resolver los problemas del Mercosur, si cerramos las fronteras?”, preguntó, al tiempo que opinó que “tiene que haber políticas activas para beneficiar la producción” agropecuaria y opinó que resulta necesario “cambiar la idea de que el campo y la ciudad son antagónicos”.
Por su parte, Buzzi dijo que era “un grato honor” recibir la visita de Binner y Morandini. El dirigente de la FAA dijo que les trasmitieron la “inquietud de que haya producción, valor agregado, desarrollo en el interior, para lo cual se necesitan infraestructuras y muchas decisiones políticas, con más productores, para que la actividad agroindustrial se convierta en uno de los motores del crecimiento”.
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